En línea con la desconfianza que priva para hacer negocios en México, la inversión privada se mantiene débil, pues durante septiembre de este 2022 el Indicador de la Inversión Fija Bruta (IFB), cayó 0.9 por ciento respecto a agosto, con lo que se colocó en 98.9 puntos, muy lejos de los 110.6 registrados en julio de 2018, cuando ganó Andrés Manuel López Obrador las elecciones presidenciales.
Así, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión privada cayó nuevamente, luego de que en agosto subió 1.8 por ciento mensual y rompió una racha negativa de tres caídas mensuales.
Al respecto, Gabriela Siller directora de Análisis Económico de Banco Base, alertó sobre el impacto de la debilidad que muestra la inversión privada, pues se trata de una variable que condiciona altamente el crecimiento económico del país a largo plazo.
Por medio de un reporte, el organismo autónomo precisó que la caída mensual de 0.9 por ciento fue resultado de la contracción que mostraron sus dos principales componentes.
Así, mientras que la inversión en construcción retrocedió -0.8 por ciento de agosto a septiembre, mientras que el rubro de maquinaria y equipo disminuyó -.1.4 por ciento, con base a datos ajustados por estacionalidad.
A tasa anual y con cifras desestacionalizadas, la Inversión Fija Bruta creció 4.2 por ciento, en dónde los gastos en maquinaria y equipo creció 15.9 por ciento y en construcción retrocedió -5.2 por ciento.
De acuerdo con cifras originales (sin estacionalizar), en setiembre la IFB creció 3.3 por ciento a tasa anual, por lo que en los primeros nueve meses del año el indicador avanzó 5.4 por ciento respecto al mismo periodo de 2021.