A pesar de que en octubre pasado la inversión privada registró un incremento mensual de 1.4 por ciento tras caer -0.7 por ciento en septiembre, lo cierto es que se mantiene muy lejos de los niveles que registró previo a la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de julio de 2018.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el indicador de la Inversión Fija Bruta (IFB), se colocó en 100.6 puntos en octubre pasado, es decir, 11.2 unidades debajo de los 111.8 registrados en julio de 2018.
De tal manera, el comportamiento débil que reporta la inversión privada explica, en buen parte, el pobre crecimiento que ha reportado la economía mexicana en los últimos cuatro años, pues la inversión privada es un componente clave para el desarrollo a mediano y largo plazo.
“La Inversión Fija Bruta creció 1.36 por ciento en octubre; después de hacer 0.7 por ciento en septiembre; con respecto a octubre de 2021 muestra un crecimiento de 6.52 por ciento, hilando 19 meses con tasas anuales positivas, a pesar del alza, aún está 9.98 por ciento debajo de su máximo histórico alcanzado en julio de 2018”, comentó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
Según datos ajustados por estacionalidad del INEGI, el avance mensual de 1.4 por ciento que anotó la IFB durante octubre fue producto del avance que mostraron sus dos principales componentes: Mientras la inversión en el rubro de la construcción creció 2.0 por ciento, el rubro de maquinaria y equipo avanzó 0.8 por ciento.
En su comparativo anual y con datos originales (sin estacionalizar), la IFB creció 6.2 por ciento en el décimo mes del año pasado, con lo que en el periodo comprendido de enero a octubre reportó un avance acumulado de 5.5 por ciento con respecto al mismo periodo del año 2021.
