Redacción

La actriz mexicana Dolores Heredia vuelve a emprender su camino hacia la Comala del escritor Juan Rulfo en la nueva adaptación al cine de ‘Pedro Páramo’, en la que interpreta a Eduviges Dyada, un papel que le ha permitido encontrar “su voz” a los 58 años en la industria cinematográfica, donde, como mujer, “no pretende usurpar el lugar de nadie”.

“(Las mujeres) no es que queramos invadir el mundo, sino que es sabroso la mezcla, mezclar visiones. En ese sentido, las historias se enriquecen, se potencian, están llenas de más puntos de vista, y yo creo que eso es lo que vuelve interesante la cosa”, afirmó la artista en entrevista con EFE en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

“No queremos usurpar el lugar de nadie, queremos tener nuestro lugar y nuestra voz en todas las etapas de nuestra vida”, agregó.

Aunque no se define como experta en el universo rulfiano, a pesar de haber trabajado en ‘Purgatorio’ (2008), un largometraje que recoge tres relatos del emblemático autor mexicano, sí como una “apasionada y amante” de este.

Heredia, al igual que Pedro Páramo, ama sin límites a Susana San Juan, uno de los personajes femeninos más importantes de la novela y de la adaptación del director Rodrigo Prieto presentada con una gran gala en Morelia, en el occidente de México.

“Todas las mujeres son una visión, un soporte, una es un hombro, la otra es un codo, la otra es la mano. Son personajes hermosos”, compartió la intérprete a la que habría gustado ver la historia contada desde el punto de vista de cada personaje.

El libro de ‘Pedro Páramo’ es la obra literaria mexicana más traducida del mundo con 50 idiomas y una de las precursoras del ‘boom latinomericano’ que más tarde encarnarían autores como los escritores Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes, una universalidad que, según Heredia, “no solo toca a los mexicanos”.

“En Pedro Páramo vemos una historia contada hace montones de años, escrita hace mucho tiempo (…) porque conecta con algo que nos toca y no solo con los mexicanos (…) Esa creo que es la gran magia de una obra clásica, no tienes por qué conectar directamente con eso que se ve aquí en el primer plano”, desarrolló la artista.

En la carrera de Heredia han estado presentes muchos países desde que en sus inicios viajó con una compañía de teatro a España y territorios de África o la India, sobre los que ha podido observar cambios políticos y económicos acerca de los que se pregunta: “¿Al final qué queda?”.

Al poner el punto de mira en México no cree que haya diferencias con otros países, sobre los que “aboliría todas las fronteras”. “Todos somos lo mismo”, afirmó.

Durante los últimos años, ‘La Lolis’, como confesó le decían de niña, cuestionó los personajes femeninos en el cine para mujeres de mayor edad, pero asegura que con sus años “no se acaba la vida”.

“No se acaba la vida, yo te lo juro, me levanto a las seis de la mañana y estoy con toda mi energía, con toda mi felicidad, con toda mi potencia (…) Todavía tengo proyectos en la vida, me están pasando cosas constantemente”, aclaró sobre el rumbo de su carrera.

Festivales de cine como el FICM “aportan un montón”, según Heredia, ya que permiten conocer lo que están haciendo otros artistas en países como “Panamá o Nicaragua” y “dan esta posibilidad de hablar (…) de escuchar al otro” en lo que para ella es ahora su “tema central en la vida: conversar”.