La inversión privada continúa con marginales señales de recuperación, pues durante junio pasado el Indicador de la Inversión Fija Bruta (IFB), reportó un avance de apenas 0.7 por ciento respecto a mayo, con lo que se colocó en 99.2 puntos, muy lejos de los niveles observados (111.8 unidades), previos a la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de julio de 2018.
De tal manera, la inversión privada logró sobre ponerse de la caída mensual de -1.1 por ciento que anotó en mayo de este año.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), advierte que el grave impacto del dinamismo que registra actualmente la inversión privada radica en que limita el crecimiento económico hacia mediano y el largo plazo, pues se trata de la compra de insumos, equipo y herramientas para producir, por lo que si hoy en día no se adquieren dichos artículos la producción del país se verá limitada hacia el futuro.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el crecimiento mensual de 0.7 por ciento que mostró la IFB en junio fue resultado de los avances de 04 y 1.3 por ciento que mostró la inversión en construcción, así como en maquinaria y equipo, respectivamente, con base a datos ajustados por estacionalidad.
A tasa anual y con datos sin estacionalizar, resultó que la IFB mostró un crecimiento de 7.8 por ciento a tasa anual, avance que superó la expectativa de 7.3 por ciento que tenían analistas de Citibanamex. Con ello, en el primer semestre del año, la inversión privada acumuló un crecimiento de 6.3 por ciento con relación al mismo periodo de 2021.
