Bridgestone ofrece una serie de recomendaciones, paso a paso, para poder cambiar una llanta, como homenaje a las mamás este 10 de Mayo.

Para las mamás, tener un vehículo es una necesidad que les ayuda a cumplir con los requerimientos familiares, pero la ponchadura de una llanta puede entorpecer su día y por ello, como un homenaje a esas madres mexicanas que lo hacen todo, Bridgestone brinda 10 sencillos pasos para que puedan cambiar una llanta cuando lo requieran.

Lo primero que se debe verificar es que se cuente con todas las herramientas para responder a algún incidente en el camino, tales como llanta de repuesto, llave de cruz, triángulos reflectantes, gato y guantes.

Al notar una ponchadura, es necesario encender las luces intermitentes y orillar el carro en un lugar seguro, lo más alejado de la vialidad.

Una vez que el vehículo se haya detenido, se debe poner el freno de mano y primera velocidad (en autos manuales) o aparcar (P) en automáticos para evitar cualquier movimiento, posteriormente se debe ubicar los triángulos reflectantes a unos 100 metros por detrás del carro.

Para mayor seguridad, se recomienda poner un trozo de madera o piedra que funcione como tope e impida el movimiento del vehículo.

Si se va a cambiar una llanta trasera, este tope debe ubicarse en la llanta delantera y viceversa. Para una mejor colocación del tope (adelante o atrás) debe considerar si hay pendiente o no.

Las tuercas de la llanta ponchada se deben aflojar con la ayuda de la llave de cruz (o tipo L), mientras el vehículo aún se encuentra en el piso, girándolas en sentido contrario a las manecillas del reloj, pero sin quitarlas por completo.

Todo vehículo cuenta con una pestaña en la orilla del chasis y cerca de las ruedas para colocar el gato. Es allí donde se fija esta herramienta y se levanta el vehículo hasta tener la altura apropiada para realizar sin dificultad las maniobras requeridas.


Una vez levantado el vehículo con el gato, se deben desatornillar las tuercas completamente.

Luego habrá que proceder a desmontar la llanta dañada con mucho cuidado y proceder a guardarla en el compartimento de la llanta de repuesto (cajuela) para ser reparada en caso de que no haya sufrido daños considerables.

Posteriormente se monta la llanta de repuesto y se ajustan las tuercas hasta el tope, pero sin apretar.

En ese momento se baja el vehículo suavemente con la ayuda del gato, para luego apretar las tuercas lo más fuerte posible, con la ayuda de la llave de cruz (o tipo L).

Para finalizar, sólo queda retirar el gato y guardar las herramientas para seguir el rumbo.