En México, 4.2 millones de personas se declaran necesitados de conseguir un trabajo adicional al que hoy en día disponen, reveló el Instituto Nacional de Estadística (INEGI), con datos a diciembre de 2022.
En este sentido, la tasa de población subocupada (aquella que afirma tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual le demanda); fue de 7.3 por ciento de la población ocupada, porcentaje menor al de 10 por ciento registrado un año antes.
Por género, en el mes de referencia, la tasa de subocupación en los hombres fue de 7.6 por ciento y en las mujeres, de 6.8 por ciento.
Según su posición en la ocupación, la población subocupada durante el mes en cuestión se concentró en las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 43.1 por ciento, lo que significó una caída de 3.3 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2021. Las y los trabajadores por cuenta propia representaron 45.2 por ciento, un alza anual de 1.4 puntos porcentuales.
En materia de desempleo, a nivel nacional, la población desocupada (que considera a la población que se encuentra sin trabajar, pero que busca trabajo) fue de 1.6 millones de personas, una reducción anual de 427 mil. En diciembre de 2022, la población desocupada representó 2.8 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), 0.8 puntos porcentuales menos que en el mismo mes de un año antes.
La población masculina desocupada pasó de 1.2 millones a un millón de personas de diciembre de 2021 a diciembre de 2022. La femenina pasó de 894 a 607 mil personas en el mismo lapso. En el mes de referencia, la Tasa de Desocupación (TD) en los hombres fue de 2.9 por ciento y en las mujeres, de 2.5 por ciento.
Finalmente, el INEGIU reportó que en diciembre de 2022, la población ocupada en la informalidad laboral fue de 31.8 millones de personas y la Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL1) fue 54.9 por ciento de la población ocupada, 1.6 puntos porcentuales menos que en el último mes de 2021. Para el agregado de 32 ciudades, la TIL1 se situó en 43.8 por ciento durante el mes en cuestión.
La población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, así como a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo.
De esta manera, se incluyen —además de la población que labora en micronegocios no registrados o sector informal— otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a quienes laboran sin seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas.
