El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy un arancel del 25 por ciento a “todos los automóviles que no estén fabricados en Estados Unidos”, lo que afecta a la industria automotriz en México, aunque los líderes del sector en territorio mexicano confiaron en el blindaje que le ofrece a la industria la integración de la cadena productiva desde hace más de 30 años. 

El mandatario estadounidense había dicho previamente que anunciaría los aranceles a los automóviles hasta el próximo dos de abril, día en que tiene previsto anunciar un paquete de aranceles recíprocos. Sin embargo hoy realizó el anuncio, aunque no quedó claro si esto incluye a las autopartes. 

Esto ocurre después de que los llamados tres grandes de Detroit (Stellantis, General Motors y Ford) obtuvieran exenciones a los aranceles del 25 por ciento sobre todos los productos que llegan a Estados Unidos desde Canadá y México y debían entrar en vigor antes de este mes. 

La exención permitía que los automóviles entraran libres de impuestos si cumplían con el 
Trabado México, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, está previsto que expire la medida el 2 de abril, fecha en la que Trump podría anunciar aranceles más altos para ambos países. 

La medida sorprendió a la industria automotriz que ahora se mantiene en la incertidumbre.

Y es que la industria estaba confiada y amparada en el T-MEC, por lo que los líderes del sector consideraban que la industria automotriz de México está blindada por la integración de sus cadenas productivas, consolidadas a lo largo de 30 años.

En el podcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte, Rogelio Garza Odracir Barquera, Presidente y Director General, respectivamente,de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), conversaron sobre el impacto de este sector en la economía del país y los retos que enfrenta en el actual contexto.

Coincidieron en que si bien un cambio en las reglas de operación del T-MEC implicaría desafíos a la industria, se trata de “cadenas que se han instalado, se han fortalecido, se han hecho interdependientes entre los países, al grado de que ahorita sancionar o imponer alguna tarifa a cualquier parte del sector, ya sea Canadá, Estados Unidos o México, o de la cadena de suministro, pues lleva consigo, automáticamente, un impacto en los otros dos países”, explicó Rogelio Garza.

Una prueba de la fortaleza de la industria son los resultados históricos de 2024 que señalan que casi cuatro millones de vehículos fabricados, 3.6 millones de ellos exportados al mundo, de los cuales 80 por ciento se destinaron a Estados Unidos.

Al respecto Odracir Barquera añadió que la industria automotriz nacional está en el top cinco de los productores mundiales de vehículos.

En 2024 “México subió dos lugares, a ser el quinto productor mundial de vehículos, luego de que en  2023 estaba en el séptimo lugar. Un logro bastante importante y es por 30 años de integración de América del Norte”.

En 2020, con la renegociación del T-MEC, subieron mucho las reglas de origen con respecto al TLCAN, eran 62.5 y pasaron a 75 por ciento, pero además se impusieron nuevos requisitos como el valor de contenido laboral y el porcentaje mínimo de compras de acero y aluminio dentro de la región.

Esto volvió al T-MEC el tratado más estricto en el mundo con la industria automotriz y generó un reajuste de las cadenas de producción, de suministro y necesidades de inversiones adicionales, explicó, sin embargo gracias a la fortaleza de su integración el sector se adaptó y fortaleció.