En México, la mayoría de los adultos mayores que trabajan lo hacen en condiciones precarias, pues el 54 por ciento de los mexicanos de 60 años y más que laboran perciben hasta un salario mínimo (253 pesos diarios); o de plano no obtienen pago alguno.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), una tercera parte (33 por ciento), de los adultos mayores se encuentra laborando en una actividad productiva, mientras que el resto está pensionada y jubilada, se dedica a labores domésticos o está incapacitada para trabajar.
En cuanto al segmento de adultos mayores que trabajan, resulta que 49 por ciento trabaja por cuenta propia. Le sigue el de las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 38 por ciento.
La mitad de las mujeres ocupadas de 60 años y más (50 por ciento) trabaja por cuenta propia. En los hombres, este porcentaje es ligeramente más bajo (48 por ciento). En las y los trabajadores subordinados y remunerados no hay diferencias (38 por ciento); sin embargo, es más alto el porcentaje de hombres que son empleadores con respecto al de las mujeres (12 por ciento frente a cinco por ciento). El porcentaje de mujeres que trabajan sin pago es mayor al de los hombres (siete por ciento frente a dos por ciento).
Al respecto el INEGI refirió que, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la causa de que la mayoría de las personas de edad trabaje por cuenta propia, puede deberse a “la discriminación que obstaculiza el acceso por parte de las personas mayores a un empleo asalariado, como del deseo de estas personas de trabajar de manera independiente, aprovechando las cualificaciones adquiridas a lo largo de su vida laboral, para hacerlo en condiciones que permitan una mayor flexibilidad a la hora de organizar sus actividades laborales y de la vida diaria”.
Aun así, apuntó que según la Organización de las Naciones Unidas, las personas de edad avanzada suelen trabajar en empleos mal remunerados, viven del apoyo de la familia o sus ingresos se limitan a las pensiones
En ese sentido, el INEGI agregó que 45 por ciento de las personas adultas mayores que están ocupadas gana hasta un salario mínimo, 22 por ciento obtiene ingresos de más de un salario y hasta dos salarios mínimos y siete por ciento gana más de dos y hasta tres salarios mínimos, mientras que nueve por ciento no recibe ingresos.
“El porcentaje de mujeres que ganan hasta un salario mínimo es superior al de los hombres (57 por ciento frente a 39 por ciento). En el resto de las categorías, las mujeres se encuentran en desventaja con respecto a los hombres. Solo en el rubro de más de tres y hasta cinco salarios mínimos, el porcentaje es igual”, añadió el INEGI por medio de un reporte a propósito del Día Internacional de las Personas Adultas Mayores a celebrarse mañana primero de octubre.