Mazda México anunció un agresivo plan de comercialización de vehículos en el país para colocarse entre los principales jugadores de venta de automotores en el mercado mexicano y convertirse en la marca Premium con ventas de alto volumen.
El plan denominado Mirai, incluye nuevos modelos, alta calidad y contener los precios de sus vehículos, con lo que la marca espera pasar del sexto al cuarto lugar, en el mundo Mazda, en donde participan 113 naciones, sólo después de Estados Unidos, China y Japón, y abarcar el nueve por ciento de participación de mercado en el corto plazo en México, hacia el año 2025.
Para lograr mantener el precio y la calidad del producto, el presidente de Mazda en México, Miguel Barbeyto explicó que se harán “economías de escala”, es decir que a mayor volumen de producción los costos bajan y eso permitirá mantener el precio.
El directivo y la directora de operaciones nacionales, Araceli Contreras, revelaron nuevos lanzamientos para el año 2023. El Mazda CX50 en marzo, el Mazda CX70 en el verano y Mazda CX90 en mayo del próximo año, modelos clave en la estrategia de crecimiento, además de que no descartan en el futuro hacer llegar al país algún modelo de Pick Up.
“Hay una Pick Up en el mundo Mazda y es a diésel. Es la BT50. Ya levantamos la mano en la corporación para que nos la den”, pero explicó que se trata de un vehículo que se hace con Isuzu y sólo se puede vender en mercados en donde Isuzu venda Pick Ups y eso no sucede en México.
La compañía se propone también robustecer sus servicios financieros a través de Mazda Financial Services, en donde tienen como objetivo alcanzar el 60 por ciento de participación de sus ventas.
“Esto será posible gracias a planes que se ajusten a las necesidades de nuestros clientes y funcionen para cada etapa de la vida en la que se encuentren”.
Mazda Mirai es un plan de expansión y crecimiento de producto para la marca en México y “estoy convencido de que beneficiará a muchas familias de diferentes formas. El crecimiento de la red traerá nuevos empleos, así como el crecimiento en la producción de nuestra planta en Salamanca en la que se sigue invirtiendo”, dijo Miguel Barbeyto.
Y es que parte de la expansión de la producción de la planta de Salamanca en México, la cual, con la llegada de Mazda CX3 tiene como propósito que el 50 por ciento de su producción total sea de consumo local en el mediano plazo.
La fabricación de CX3 se trasladó de Japón a México en un tiempo récord de 12 meses, lo que implicó una inversión en el país de 60 millones de dólares y hoy la camioneta se produce exactamente igual que en Japón.
Al mismo tiempo, se proponen expandir los puntos de venta para el año 2025. “Ampliaremos nuestra red de distribuidores de 66 a 100 puntos en toda la República Mexicana y nuestros centros de colisión crecerán de ocho a 35”, lo que ayudará a la maraca a mantener la retención de servicio de cinco años en 85 por ciento.
Pero para alcanzar el objetivo Mazda en México se compromete a no incrementar los precios de ninguno de sus modelos que hoy en día comercializa.
Durante el anuncio, Barbeyto dijo que luego de un tiempo en el que estuvieron callados, ahora se proponen “salir y salir más fuertes”. Ahora con planes sólidos de crecimiento.
El reto es mantener la satisfacción al cliente que da una marca Premium y convertirse también en una marca de ventas de volumen.
Aunque en esta estrategia de penetración en México no se menciona a los vehículos con tecnologías híbridas y eléctricas, Miguel Barbeyto, dijo que “si hay un plan. En su momento lo vamos a comunicar” y dejó en claro que en cuanto a la manufactura del producto está en conversaciones si es momento de llevarla a cabo en el país.
Hoy en día la producción de Mazda en Salamanca, México es destinada en un 15 por ciento al mercado nacional y el 85 por ciento a la exportación. Con este plan se espera destinar el 50 por ciento para las ventas en México y el 50 por ciento para los mercados externos, aunque dependen de factores como el T-MEC.