En la pasada 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29); que se celebró en Bakú, Azerbaiyán, y que reunió a los líderes mundiales, científicos, activistas y representantes de la sociedad civil; uno de los temas clave fue la financiación climática, la cual busca movilizar miles de millones de dólares para ayudar a los países a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático.

Y es que los fenómenos climáticos extremos, el incremento de las temperaturas y el derretimiento de los glaciares nos recuerdan continuamente la urgencia de redoblar nuestros esfuerzos para tener un futuro más sustentable. Es por ello que ante este escenario, la aportación de las plantas y la reforestación adquieren una relevancia vital para mitigar el cambio climático.

Las Eco Jornadas LTH, un programa de educación ambiental de la empresa Clarios México, aunque operan a una escala diferente, también contribuyen a este objetivo, al educar a los jóvenes sobre prácticas sostenibles y la importancia de reducir, reutilizar y reciclar los desechos sólidos.

Estas actividades han demostrado ser una iniciativa ejemplar en la promoción de la conciencia ambiental y la acción climática a nivel local. Desde su inicio en 2010, han beneficiado a más de un millón de estudiantes en México, enseñándoles a cuidar el medio ambiente a través de talleres vivenciales, juegos y dinámicas.

La importancia de cualquier acción, por pequeña que sea, radica en su objetivo común, el de fomentar un futuro sostenible. Mientras que, por ejemplo, la COP29 se enfoca en la creación de políticas y acuerdos internacionales para combatir el cambio climático, las Eco Jornadas LTH trabajan a nivel comunitario para educar y empoderar a las futuras generaciones sobre la trascendencia de la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.

Su impacto es significativo al involucrar a niños y jóvenes en actividades prácticas y educativas, este programa no solo aumenta la conciencia ambiental, sino que también inspira a las nuevas generaciones a tomar medidas concretas para proteger el planeta. Este tipo de educación es crucial para asegurar que los compromisos y acuerdos alcanzados en eventos como la COP29 se traduzcan en acciones reales y sostenibles a nivel local.