Campesinos locales han encontrado en los campos extranjeros la oportunidad de poder sostener a sus familias

Red de corresponsales

Morelos es el octavo estado a nivel nacional en producción de caña de azúcar, con un volumen superior a los 2 millones 232 mil 83 toneladas; asimismo, se encuentra dentro de los 10 estados con mayor producción de arroz, es líder en producción de nopal, aguacate y peces de ornato. La mano de obra de los morelenses es tan buena que el estado también exporta jornaleros a campos nacionales e internacionales.

La falta de oportunidades y la necesidad de un mayor ingreso ha obligado a los trabajadores del campo a buscar oportunidades fuera de Morelos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo (SDEyT) y del Servicio Nacional del Empleo (SNE) en 2021 se logró una movilidad laboral y vinculación de mil 154 personas en empleos formales en Estados Unidos y Canadá, cifra que esperan superar este 2022.

Mario García Ávila, director del Servicio del Empleo en la entidad, señaló que lo que va de este año se han enviado 700 personas a trabajar como jornaleros agrícolas a Canadá, pero confía que para finales del año la cifra supere las mil personas.

Entre esas miles de personas que emigran en busca de una mejor calidad de vida está Anastasio Ramírez Modesto. Él es capitán o cabo de jornaleros, vive en Ayala y desde hace 32 años se dedica a trabajar en el campo morelense y de otros estados de la república, también junta a jornaleros para trabajar a otras entidades.

De raíces indígenas habla náhuatl, mixteco y tlapaneco, además de español. La necesidad lo llevó desde niño a trabajar en el campo y poco a poco ir buscando “patrones nuevos” para que cuando el temporal no sea bueno en Morelos o la cosecha se acabe en la entidad, tenga otras alternativas de trabajo y pueda seguir sustentando a su familia.

Con el tiempo ha logrado convertirse en cabo de jornaleros; es decir, es el encargado de reunir a trabajadores para que por un periodo de cuatro meses se vayan a trabajar a otros estados como San Luis Potosí, Sinaloa o Guanajuato, donde se dedican al corte de tomate, chile, ejote y maíz.

El pago no es mejor, asegura, pero aprovechan que en estado no hay corte para poder generar ingresos. Además, en esos lugares les brindan un albergue donde pueden vivir y lo único que deben pagar es su comida.

“La gente que va no habla español, pero nunca hemos salido mal en nuestro trabajo, yo los llevo y los traigo con bien y con dinero para sus familias, los dejo en sus casas y hasta ahí termina mi responsabilidad; los vuelvo a ver cuándo hay un nuevo temporal de corte, pero eso sí, es gente trabajadora y manos morelenses que saben hacer muy bien”.

Y es que de acuerdo con Sergio Arias Yáñez, presidente del comisariado ejidal de Casasano, continuamente los ejidatarios salen de Morelos a otros estados o países a trabajar para poder aprovechar las temporadas de siembra o de cultivos en otras zonas, sin embargo, la mayoría se va por unos tres meses promedio y regresa a seguir trabajando en Morelos.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que en 2020 fueron 13 mil 453 personas las que emigraron del estado de Morelos a vivir otros países, de ese total 76 de cada 100 optaron por Estados Unidos de América, mientras que a nivel nacional se registró la emigración de 802 mil 807 personas. Las principales causas fueron reunirse con algún familiar, ofertas de trabajo, buscar empleo, inseguridad, se casaron, seguir estudiando, algún desastre natural o en menor medida la deportación.

Cifras del Banco de México dan cuenta que las remesas en el país son la segunda entrada de dinero para las familias mexicanas. En 2021 se alcanzó una cifra histórica al registrarse el ingreso de 51.594 millones de dólares, 27.1 por ciento más comparado con el 2020.

En Morelos mil siete millones de dólares se registró de remesas en la entidad en 2021, cuando en el 2020 reportó la entrada de 756 millones de dólares.

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