¿Sabías que hoy en día, las nuevas generaciones ya no quieren comprar un coche?. Atarse a obligaciones como dar un enganche, pago de seguro, verificaciones, re-emplacamiento, composturas y siempre el riesgo de robo del vehículo, no es lo que quieren los jóvenes de ahora. Ellos solo desean movilidad.
Es por eso que la renta de vehículos se ha convertido en una industria en crecimiento. Si bien, se trata de un mercado aún con poca penetración, comparado con otros países, principalmente europeos y Norteamérica en donde más del 70 por ciento de unidades ligeras y de trabajo son rentadas; en México las arrendadoras de vehículos ya representan el cinco por ciento de la venta de automotores y en el último año el sector registró un crecimiento del 16 por ciento.
Mientras el mercado para las personas físicas empieza a colocarse en el país, las empresas y personas físicas con actividad empresarial, así como emprendedores ya ven en el arrendamiento de vehículos la mejor opción para hacer crecer su negocio con movilidad.
“Las empresas mejor se dedican a hacer lo que saben hacer y dejan que alguien más se encargue de los vehículos”, dijo Liliana Anaya, gerente general de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (Amave) a Reporte32mx.
Y es que cada vez son más las empresas que rentan las unidades de trabajo porque se han dado cuenta de que se trata de un pasivo, debido a la depreciación del valor de los automotores que empieza con un 30 por ciento aproximadamente desde que la unidad sale de la agencia.
“Creemos que el arrendamiento vehicular es el futuro de la movilidad en México” porque se trata de un producto financiero que en tiempos de volatilidad y de incertidumbre se convierte en un aliado.
Y es que en principio de cuentas, quien adquiere un vehículo en renta evita descapitalizarse al dar un enganche y se trata de un modelo de negocio que permite la deducibilidad de alrededor de unos seis mil pesos, además de que dándole el uso adecuado puede cambiarse por otro modelo o bien regresarse a la empresa arrendadora sin mayor compromiso económico.
“Cada vez más estamos entendiendo que comprar un vehículo no es una buena opción. Un enganche, intereses, etcétera. En cambio, sí puedo buscar algunas alternativas de pago de mensualidad, cambio de modelo”, entre otras.
Esta es la razón por la que hoy en día la renta de vehículos híbridos y eléctricos está en ascenso, pues su precio a la compra aún es muy alto para el mercado.
Si bien se ha demostrado que el costo beneficio de los híbridos y eléctricos es mayor que las unidades con motor de combustión interna, el plazo para alcanzar ese beneficio es muy largo aún y la inversión es muy alta.
“Aquí es en donde el arrendamiento termina siendo un producto financiero que permite al consumidor constatar la tendencia hacia estos vehículos verdes y la flexibilidad que tienen las diferentes empresas hacen que puedas probar los beneficios y manejar estas unidades”.
Aunque el producto aún no ha penetrado masivamente para las personas físicas, hay algunas empresas que ya empezaron a lanzar los productos y desde una aplicación en el teléfono es posible rentar una unidad.
Porque cada vez más las nuevas generaciones entienden este tema, “cada vez más estamos entendiendo que comprar un vehículo no es una buena opción”.
Entonces, cada vez se están abriendo más abanicos de oportunidades para hacer esta figura más conocida por sus bondades o ventajas. Ya las nuevas generaciones no tienen el apego de decir “es mi coche”.
Las arrendadoras de vehículos que aglutina Amave tienen varias modalidades de renta, , el arrendamiento diario, viaje de negocios, viajes de turismo, de placer o simplemente renta casera.
Y así como hay arrendadores que se dedican a rentar unidades a todos los niveles de gobierno, también lo hacen a grandes empresas porque “al final de cuentas lo que se busca es movilidad, no propiedad.
Sin embargo, la Amave aún trabaja con autoridades fiscales en el país, pues la deducibilidad fiscal es aún inadecuada, ya que está topada a seis mil pesos desde hace tiempo y esta debe de incrementarse.
Se trata de llevar la cultura del arrendamiento vehicular a las políticas públicas, y es que como Liliana Anaya dice: “compra lo que se aprecia y renta lo que se deprecia”