Red de Corresponsales

El narco ha vuelto a mostrar su músculo. Esta vez ha sido en Guanajuato y Jalisco, bastión de la segunda organización criminal más importante de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se trató supuestamente de una ofensiva desatada en respuesta a un enfrentamiento a tiros con el Ejército en la carretera a la altura del municipio de Ixtlahuacán del Río.

Sujetos encapuchados y vestidos de negro cortaron al menos cuatro accesos a Zapopan, a las afueras de Guadalajara, secuestrando vehículos de civiles y del transporte público para incendiarlos. El gobernador de la entidad, Enrique Alfaro, confirmó que la quema de los vehículos fue una estrategia para impedir el paso de las corporaciones de seguridad que acudieron en apoyo al lugar del enfrentamiento.

Añadió que no se reportaron lesionados ni fallecidos y que la situación había sido controlada por agentes de protección civil y las autoridades de seguridad. Entre los habitantes de la zona y medios locales se esparció el rumor de que la ola de violencia fue desatada luego de que las fuerzas de seguridad detuvieran a Ricardo Ruiz Velazco, alias “El Doble R” o “El Tripa”, lugarteniente del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Michoacán.

Los enfrentamientos entre el Ejército y grupos delincuenciales en Jalisco provocaron una ola de agresiones y narcobloqueos en distintos puntos de la entidad que se extendieron hasta los municipios de Irapuato y Celaya, en Guanajuato. Reportes preliminares informaron que se habían registrado tres vehículos incendiados en la colonia Girasoles Primera Sección. Asimismo, un comercio fue prendido en llamas. Fuentes oficiales confirmaron a Infobae México que, hasta el momento, en Irapuato se han contabilizado incendios intencionales en 11 tiendas de autoservicio (de la cadena Oxxo).

Personas armadas prenden fuego a un vehículo.
En marzo pasado también se registraron bloqueos en el municipio de Tamazula de Gordiano, al sur de la entidad, en los límites de Michoacán y Jalisco, tras diversos enfrentamientos entre la Guardia Nacional y grupos del crimen organizado. En aquella ocasión la violencia del crimen organizado dejó tras de sí un reguero de balaceras, carreteras bloqueadas y pobladores cautivos.

Los primeros hechos se registraron en el municipio de Jocotepec, Jalisco, donde dos elementos municipales fueron asesinados por un comando armado. De acuerdo con la información oficial, los uniformados y paramédicos que atenían un accidente automovilístico fueron atacados a balazos sin razón aparente. El gobernador del estado, Enrique Alfaro, detalló que los asesinos huyeron rumbo a la entidad vecina de Michoacán.

Alrededor de las 23:00 horas, en Tamazula, dos vehículos de carga fueron incendiados a la altura de la carretera federal Jiquilpan-Manzanillo, en el tramo que va de Mazamitla a Tamazula. En Manzanilla de la Paz también fue quemado un coche aquel día y en las redes sociales los habitantes de las comunidades de Contla, El Veladero y la Cabecera de Tamazula reportaron diversos enfrentamientos.

Uno de los episodios militares más negros en la historia contemporánea de México ocurrió el viernes 1 de mayo del 2015, cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea con un lanzacohetes, acabando con la vida de ocho militares y un policía federal.

La aeronave —un Cougar con matrícula 1009— fue derribada en el municipio de Villa Purificación, Jalisco, con una técnica similar a la utilizada en Oriente Medio por terroristas. Incluso el propio gobierno de México reconoció que fue una emboscada “inédita y perfectamente diseñada”.

Los criminales incluso intentaron “rematar” a los oficiales que sobrevivieron al aterrizaje forzoso, quienes lograron ser rescatados por sus compañeros que participaban en el arranque del Operativo Jalisco, de acuerdo con el relato oficial.

Esa mañana la Sedena, junto con la Policía Federal, la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), arrancaron el operativo para sumarle puntos a la administración del ex presidente priista Enrique Peña Nieto, gravemente perjudicada por el caso Ayotzinapa.

Al observar un “convoy atípico” por el tipo de camionetas “que automáticamente llaman la atención”, de acuerdo con las palabras del comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, el helicóptero Cougar “se aproximó un poco”.

En los segundos siguientes el rotor de cola fue golpeado por un proyectil que había sido expulsado de un lanzador de origen soviético RPG (Rocket-propelled grenade, por sus siglas en inglés), capaz de disparar cohetes impulsados por granadas.

Tras el ataque, el grupo criminal encabezó a partir de las 9:00 horas del mismo viernes cuatro enfrentamientos y realizó 39 bloqueos en 25 municipios —siete de la Zona Metropolitana de Guadalajara—, según información del gobierno de Jalisco.

Fueron un total de 26 rutas del transporte público y 12 puntos carreteros afectados, así como 11 sucursales bancarias, cinco gasolineras y 36 vehículos incendiados. También hubo acciones similares en Guanajuato, Colima y Michoacán, donde el cártel tiene presencia.

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