A pesar de la advertencia de instituciones electorales y partidos políticos sobre el incremento de la violencia política en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que México se encamine hacia un “narco-Estado”, aún cuando el proceso ya acumula cerca de una decena de políticos asesinados.
En su conferencia matutina de este viernes, el mandatario aseguró que “no veo tampoco que vaya a haber asesinatos políticos como se dieron en un tiempo. Toco madera. Y no veo que se vuelva a la época en la que dominaban los de la delincuencia organizada, no veo hacia adelante un narco-Estado”.
En tanto, el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y partidos de oposición han advertido de un aumento de la violencia del narcotráfico por las próximas elecciones.
La polémica creció esta semana, luego del artículo que publicó ProPublica, basado en fuentes de la Agencia de Control Antidrogas (DEA) en Estados Unidos, que señala que el Cartel de Sinaloa presuntamente aportó dos millones de dólares a la campaña de López Obrador en el año 2006.