El presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que en la Cuarta Transformación ya no tienen nada que temer frente a la nueva presidencia de la  Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues dijo que las modificaciones legales hechas durante su gobierno ya no pueden retrocederlas, en un marco en el que la ministra presidenta Norma Lucía Piña “siempre ha votado en contra de nuestras iniciativas”.

“Ya la verdad, no tenemos nada que temer en cuanto a que -la SCJN- bloquee el poder judicial si esa fuese su intensión, que no creo que estén pensando en frenar la transformación, pero si fuese esa su intensión no pararía nada porque nosotros seguimos haciendo justicia. Y eso no nos lo pueden impedir.

“Tendrían que modificar la Constitución y eso lo tendría que hacer el bloque conservador en el Congreso y para eso necesitan tener mayoría y no la tienen. Tienen mayoría para bloquear, pero no para cambiar las leyes”.

Desde su conferencia matutina de este martes en Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo reconoció el procedimiento de elección de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña, y contrariamente a su declaración del pasado lunes en el sentido de que el poder judicial estaba secuestrado, presumió que ya no hay subordinación al poder Ejecutivo.

Respecto de la elección que se llevó a cabo ayer lunes que “me pareció bien, destaco el hecho histórico de que por primera vez una mujer va a ser presidenta de la Suprema Corte desde 1825”.

Por lo demás, dijo, eligieron los ministros como lo establece el procedimiento y hubo pues aceptación y hubo acuerdo.

Y dijo que con la elección en donde resultó como presidenta Norma Lucía Piña, “se trata de un poder autónomo, independiente como nunca haya existido. Bueno, creo que fue independiente la Corte (…) Nosotros no imponemos nada en la Corte y es tan evidente, aunque no lo quieran aceptar, que la presidenta Norma Piña siempre ha votado en contra de las iniciativas que nosotros hemos defendido. Es único el momento que estamos viviendo”.

Y presumió que “nadie puede decir que hay subordinación como era antes, de los poderes al Ejecutivo. Durante décadas el poder de los poderes era el Ejecutivo, el poder legislativo y judicial eran apéndices, estaban subordinados. Desde la presidencia se daban órdenes y eso ya se terminó”.

“Me da mucho gusto que esto esté sucediendo en México para que haya un auténtico Estado de Derecho”.

Sin embargo, no dejó de señalar “ojalá y de manera independiente y autónoma se lleve a cabo una reforma en el poder judicial que urge por la corrupción que impera. Hay que seguir limpiando”, aseveró.

En cuanto a la relación con la SCJN y los cambios que se proponen desde el Ejecutivo Federal dijo que seguirá igual. “Una relación respetuosa. Afortunadamente nosotros estamos llevando a cabo un programa de transformación en donde no necesariamente se requiere de modificar las leyes”.