Por Francisco Romero

Ante la imposibilidad de vender el avión presidencial, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que la aeronave será puesta en renta para servicios particulares, como el traslado de personas para una celebración social como boda o XV años.

“Se va a entregar el avión para que puedan rentarlo y que se utilice para que no este sin volar y que pueda tener ingresos para pagar sus gastos y su mantenimiento” dijo el presidente.

De esta manera, el jefe del Ejecutivo dio por concluida la intención de vender la controvertida nave, pues afirmó que no existe posibilidad para que sea utilizado por una aerolínea para vuelos comerciales, debido a la forma en que está construido.

“No se ha podido vender porque lo hicieron muy extravagante y está hecho a la medida y darle otro uso, reconvertirlo para que tenga sus 240 sillas (como un avión de vuelos comerciales) porque ahora tiene 80, (…) ya no es posible, costaría muchísimo, hasta técnicamente sería complicado por el material que tiene” expresó el mandatario.

Agregó que el avión permanecerá en el AIFA, donde podrá ser rentado para “eventos como bodas, quince años o reconocimientos de empresas a sus trabajadores”, comentó el presidente quien aseguró que “para todo hay personas, hay quienes ahora están pagando para ir al espacio”, atajó.

Por lo anterior, el avión presidencial adquirido en el periodo de Felipe Calderón y usado especialmente en el sexenio de Peña Nieto, será entregado a la empresa Olmeca Maya Mexica, la cual operará el Tren Maya y los Aeropuertos de Tulum, Chetumal, Palenque y el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), así lo reveló el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina de este 28 de marzo, quién agregó que no hay posibilidad de usarlo para vuelos comerciales.

Esta medida se da debido a que no se encontraron posibles compradores de la aeronave, es por ello que se optó por rentar el avión.

Fue en 2016 cuando el Boeing 787-8, más conocido como el Avión Presidencial, llegó a la Ciudad de México. La aeronave presidencial tuvo un costo de 218.7 millones de dólares que el Gobierno deberá de terminar de pagar en 15 años. El contrato de su adquisición fue firmado por Felipe Calderón, presidente de México de 2006 a 2012. Sin embargo, este no fue recibido hasta el siguiente sexenio: el de Enrique Peña Nieto.

Dicho avión cuenta con una sala de juntas, una recámara con cama king size, regadera y caminadora, así como acabados de lujo. Su longitud es de 56 metros, con una velocidad constante de vuelo de 912 kilómetros por hora, la altitud máxima de operación es de 13 mil metros. Por su alto estándar, el TP01 puede llegar a todos los continentes sin realizar una escala, ya que tiene una autonomía de 14 horas y 30 minutos.

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