Oniomanía, trastorno que puede dañar tu salud financiera / Por Tere Velasco

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casual man carrying shopping bags in a store
  • Estas personas suelen vivir endeudadas, gastando siempre más de lo que ganan, lo cual puede afectar su economía. Para las y los compradores compulsivos, el placer que les produce comprar puede ser el mismo que la bebida para un alcohólico, es decir, es un trastorno muy común a otras adicciones

Si alguna vez ha sentido deseos incontenibles de comprar algo, al grado de que experimentas ansiedad, luego, al tenerlo llega la sensación de euforia, y posteriormente de culpa hasta caer en depresión porque no hay recursos para pagar, ten cuidado, porque puedes padecer el trastorno de oniomanía  o compra compulsiva.

Este tipo de trastorno puede dañar tu salud financiera, pues generalmente te llevan hacer un mal uso de tus ingresos, acumular deudas, lo que  puede derivar en un sobreendeudamiento y por ende dañar tu patrimonio.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef),  cualquier acción que te lleve a contraer una deuda que supere un porcentaje importante de tus ingresos mensuales es un mal hábito que puede afectar tu economía personal y provocarte problemas legales, familiares e interpersonales.

Para la profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Gabriela Orozco,  la oniomanía es el término utilizado para describir a quienes no se pueden controlar para adquirir algo; este trastorno representa uno de los problemas actuales más graves, pues social y culturalmente se promueve tener bienes materiales y un estatus que nos haga sentirnos mejores personas o incluso más atractivos.

En su opinión, dicho comportamiento puede darse como una respuesta ante emociones primarias como venganza y aburrimiento. Los afectados por oniomanía constantemente sienten ansiedad por adquirir, pero al conseguir lo que quieren disminuye la sensación placentera, y finalmente terminan regresándolo o almacenándolo sin usarlo.

La Condusef señala que dejarse llevar por la acción de comprar desmesuradamente, más allá de las propias posibilidades materiales, resulta insostenible y para muchas familias puede comportar un serio malestar generalizado por las consecuencias que trae consigo.

Esta conducta, indica, tiene sus riesgos, ya que entrar a una tienda y dar rienda suelta a los impulsos de compra puede llevar a perder fácilmente el control de los gastos.

Algunas recomendaciones para no caer en gastos compulsivos:

 Evita ir de compras en un estado eufórico o ansioso. Según un estudio de CreditCards.com, el estado emocional está muy vinculado a este tipo de compras impulsivas. De hecho, las y los consumidores se dejan llevar por sus impulsos cuando están emocionados, aburridos, enfadados, tristes o incluso, intoxicados.

 Elabora un presupuesto. De preferencia por escrito o a través de alguna aplicación. Realizarlo te permitirá conocer tu capacidad de pago o endeudamiento y así establecer un límite en tus compras para evitar comprometer tu ingreso futuro. ¡Ten un control de tu dinero!

 Planea tus compras y apégate a la lista. Esto puede evitarte la tentación de comprar cosas que no necesitas. No te dejes llevar por la emoción de las ofertas para no terminar comprando más de lo planeado y sin saber cómo lo vas a pagar.

 Si ya tienes problemas con tu tarjeta, solicita a tu Banco un plan de pagos fijos. El beneficio está en que los intereses de la deuda ya no generarán más intereses, lo que facilitará el pago del adeudo en un plazo mucho menor que si solo pagaras el monto mínimo. Es importante que una vez que establezcas con tus acreedores este plan, ya no vuelvas a utilizar las tarjetas, de otra manera, volverás a incrementar el monto a pagar por deudas cada mes.

• Reestructura tu deuda. Comparada con la consolidación de deudas, la reestructura a simple vista parece ventajosa porque el Banco acreedor puede hacerte “quitas”, es decir, disminuir el monto de tu deuda e incluso eliminar los intereses generados por ésta. La desventaja es que una “quita” tiene consecuencias negativas para tu historial crediticio.

Si consideras que eres una persona compradora compulsiva, contacta a un especialista para que te brinde ayuda. También  existen asesores financieros que pueden orientarte para corregir un problema con tu salud financiera, finaliza la Condusef. 

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