Autoridades sanitarias refuerzan operativos para retirar del mercado los productos, prohibidos desde el 31 de mayo.

Red de corresponsales

Desde que se prohibió totalmente la venta de vapeadores en este año, en Quintana Roo se han retirado de los anaqueles más de dos mil dispositivos electrónicos, como cigarrillos y vapeadores, así como 33 máquinas expendedoras de productos alusivos a este tipo de consumo.

Carlos Ortiz Velázquez, titular de la Dirección contra Riesgos Sanitarios, recordó que la venta de estos objetos quedó totalmente prohibida desde el 31 de mayo, fecha en que se firmó el decreto presidencial, en conmemoración del Día Mundial sin Tabaco.

En consecuencia, se incrementaron los operativos para retirar estos objetos y sus derivados, cuya comercialización equivale a una multa entre los 95 mil a 385 mil pesos.

Los dos mil vapeadores y cigarros electrónicos ya fueron retirados y destruidos, mientras que las máquinas permanecieron en los lugares donde se instalaron, pero fueron inhabilitadas con sellos de suspensión.

“Se colocan en la misma máquina para que el dueño o responsable se entere de que hay un proceso por haber incumplido y estar vendiendo o comercializando este tipo de productos, que están prohibidos”.

El funcionario indicó que muchas de estas despachadoras fueron ubicadas en las zonas hoteleras de Cancún y de Tulum, así como la Quinta Avenida de Playa del Carmen, donde tienen mayor demanda por los turistas internacionales que visitan ambos destinos.

“Hacemos un llamado a la sociedad para que hagan las denuncias correspondientes a través de la páginas de Cofepris y en redes sociales, para que nos ayuden a identificar la venta de estos productos, que son muy dañinas”. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos productos tienen efectos graves en la salud de las personas, sean consumidores o no, debido a que además de nicotina, tienen 22 sustancias adicionales que han sido identificadas como cancerígenas, como pulegona, arsénico, formaldehído y nitrosaminas.

“Además, se demostró que los aerosoles producidos por los dispositivos de vapeo tienen altas concentraciones de plata, hierro, níquel, aluminio y silicio, así como nanopartículas de estaño, cromo y níquel”,

indica una ficha técnica elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

El vapeo es el refugio de quienes pretenden dejar el cigarro real. En la entidad, los adolescentes y los jóvenes de más de 20 años son quienes presentan mayores adicciones al tabaco.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) indica que el 3.5% de las personas de 10 a 19 años en Quintana Roo son consumidoras habituales, y el 7.8% de los adultos también. Durante la pandemia aumentó la experimentación por presión social.

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