Redacción

Avanza en tribunales la lucha legal en contra de las arbitrarias reformas que aplicó el gobierno federal al Reglamento de la Ley Genera para el Control del Tabaco, pues a 10 meses de que entraron en vigor, ya se han entregado amparos a comerciantes de Nayarit, Durango y la Ciudad de México, reveló la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

En este sentido, la organización arremetió en contra de la disposición de prohibir la exhibición de cigarros en comercios, pues afecta las ventas directas e indirectas hasta en un 25 por ciento de los comercios establecidos.

“Prohibirlo bajo el argumento de que hacerlo es publicidad, es una falacia; garantizar la libertad del consumidor a elegir qué comprar o no comprar y la del pequeño comerciante a vender toda mercancía legal, no es otra cosa que garantizar un libre comercio, piedra angular de la estructura de nuestro mercado nacional”, externó el presidente de la organización., Cuauhtémoc Ribera.

Por medio de un reporte, la asociación señaló que las reformas propuestas por COFEPRIS al Reglamento de la Ley General para el Control de Tabaco proponen un conjunto de medidas prohibitivas que rebasan y contradicen el espíritu de la misma Ley promulgada por el poder legislativo del país, sobre todo porque si bien se reglamenta la exhibición de los productos de tabaco, en ningún momento prohíbe su exhibición a la venta, ya que al hacerlo no se hace publicidad.

“En los amparos impulsados por ANPEC contra este reglamento los jueces nos han venido negando, lo que nos obligó a elevar nuestro alegato a una instancia superior, a los Tribunales Colegiados. Hasta ahora hemos tenido como resultados que Magistrados de Nayarit, Durango y CDMX dieron la razón a nuestros alegatos, revocando el veredicto de los jueces que no concedieron la suspensión. Con esto, se permite exhibir las cajetillas de cigarros en nuestros negocios, como lo hacen ya los supermercados y tiendas de conveniencia”, explicó.

Recordó que en la primera quincena de enero de este año entró en vigor este reglamento de COFEPRIS que terminó por proponer un conjunto de medidas prohibitivas, contrarias a lo que propone la propia ley.

“Ante esto, ANPEC decidió ir en defensa de los derechos de libre competencia y elección de consumo y buscar derogar este reglamento que genera una grave afectación económica en el canal. Se debe entender que la venta de cigarros en el pequeño comercio propulsa ventas indirectas, por lo que esta prohibición puede llegar a significar hasta un 25% de pérdidas en sus ventas. Este es uno de los flagelos que lacera la salud comercial y financiera de este sector en México. Por ello acudimos a los juzgados a solicitar su amparo, invitando a nuestros afiliados a ampararse también, logrando presentar en tiempo y forma 39 demandas que incluyen a más de 600 pequeños comerciantes”, declaró Rivera.

Dijo que la ANPEC también solicitó la suspensión de esta prohibición en lo que se define si se concede el amparo y, mientras que son peras o son manzanas, poder exhibir las cajetillas de cigarro en las tiendas como ya lo hacen los supermercados y tiendas de conveniencia. La mayor parte de los jueces negaron la suspensión, dejando en desventaja al pequeño comercio con el resto de los canales que sí les fue concedida dicha suspensión, con lo que se les permite exhibir los cigarros en sus negocios libremente en estos momentos.

De esta manera, dijo que hasta el momento han concedido suspensiones en Nayarit, Durango y CDMX, revocando con ellas la sentencia de los jueces que las habían negado. Aún falta camino por andar para conocer si se otorgarán los amparos, pero los capítulos vividos en esta historia confirman que la razón asiste y que el Tribunal Colegiado ha podido consentir las razones de este alegato.

“Por lo pronto, en Nayarit, Durango y CDMX se ha sentado un precedente muy importante a favor de esta causa, vientos que ANPEC espera orienten al Poder Judicial de la Federación y al Tribunal Colegiado, a de una vez por todas revocar esta ilegal prohibición comercial mal tramitada y peormente operada. Toda ley, norma, decreto, disposición o reglamento que surja de la sinrazón, alejada del sentido común, son medidas que nacen en letra muerta y terminan en letra muerta”, apuntó.

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