Ante el Acuerdo alcanzado con algunas empresas de alimentos para reducir el precio de 24 productos de la canasta básica y ubicarlo en mil 39 pesos, hasta el 28 de febrero del 2023, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), previó que este plan será igual que el primer proyecto y no controlará los precios de los alimentos.
Hoy, el gobierno federal, junto con un grupo de empresas anunciaron y firmaron el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía, a través del cual se busca que 24 productos de la canasta básica se reduzcan en 90 pesos, al pasar de mil 129 a mil 039 pesos, a través de diversos estímulos a los industriales.
Con la reducción anunciada, durante la firma del Acuerdo, se espera que los 24 productos se reduzcan ocho por ciento, hasta el próximo 28 de febrero de 2023.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, consideró difícil de alcanza dicho objetivo durante los siguientes cinco meses, ya que dijo que ello implica derrotar la cuesta de enero, ya que al cierre de año se deja sentir una escalada de aumentos de precio en la mayoría de los productos del mercado.
Invierno presiona a costos de energía
Agregó que, aunado a lo anterior, los consumidores caen en un sobregiro de sus finanzas debido a las fiestas de fin de año, lo que genera la tormenta perfecta llamada “cuesta de enero”, que en los últimos años se ha prolongado más allá de enero, convirtiéndose en una pendiente anual.
Agregó que, en invierno, el factor energético es un asunto que presiona mucho a la economía, pues se encarece la demanda de gas y por ende se incrementan los precios y se presiona al mercado, “el control de precios del factor energético en esta temporada, por decir lo menos, es difícil de lograr”.
El representante de Anpec calificó de contradictorio querer frenar la inflación elevando el costo del dinero, pues al aumentar la Reserva Federal de Estados Unidos su tasa de interés -para frenar la inflación- obliga al Banco de México a hacerlo en contraparte.
“El principal producto al que debemos controlar el precio es, precisamente, al dinero. El costo del dinero encarece el proceso productivo, eleva el precio de las cosas e inhibe al consumo”, agregó Rivera.