Fuertes versiones de las autoridades de la época vincularon al recordado conductor de “Pácatelas” con el crimen organizado y el narcotráfico; a la fecha perviven cabos sueltos en el escabroso caso que conmocionó a México

Redacción

Este día se están cumpliendo 23 años desde el asesinato de Paco Stanley, lo que ha sido uno de los más estremecedores casos en que se mezclan el hampa y el espectáculo mexicanos, pero el misterio sobre las razones que llevaron a un grupo de sicarios a terminar con la vida del emblemático conductor y humorista perviven a la fecha.

Y es que fue el 9 de junio de 1999 cuando la muerte de Pacorro conmocionó a la sociedad ante el hecho sin precedentes en el que las televisoras principales, Televisa TV Azteca, interrumpieron su transmisión habitual durante varias horas para abordar el escabroso caso.

Luego de darse a conocer que Francisco Jorge Stanley Albaitero perdió la vida por cuatro impactos de los 20 que recibió su camioneta por arma de fuego, cuando tras haber concluido la emisión de su programa Una tras otra en la televisora del Ajusco, se dirigió a almorzar al hoy tristemente celebre restaurante el Charco de las ranas acompañado de sus compañeros Mario Bezares, Jorge El güero Gil y dos escoltas, los hermanos Tamayo, que viajaban en otro auto.

Fue en Periférico Sur, a la altura de San Jerónimo, donde, tras “echarse unos tacos”, como se dijo entonces -el comediante pidió un bistec en salsa de chile pasilla y un agua de tamarindo-, Paco fue acribillado en su camioneta Lincoln Navigator que se encontraba estacionada a las afueras del restaurante en espera de Bezares, quien permanecía en el baño desde momentos antes, cuando se levantó de la mesa argumentando que algo de la comida “le había caído mal”.

Entonces, a las 12:08 hrs., un grupo de individuos se acercaron del lado del copiloto del vehículo y uno de ellos disparó con metralleta directamente al humorista, quien falleció al instante. Los atacantes lograron escapar por el puente peatonal del Periférico dejando atrás al comediante muerto y múltiples misterios que al día de hoy no han sido del todo resueltos.

Patrullas y curiosos llegaron al lugar, y el público no tardó en mostrar su tristeza ante la partida del comediante, famoso por su extensa trayectoria en televisión desde la década de los 70 con programas como El club del hogarLa carabina de Ambrosio y el Club de mediodía, además de sus diversas intervenciones en espacios noticiosos como los del desaparecido canal ECO.

Pese a que TV Azteca se empeñó en un inicio en mostrar el caso como una manifestación de la delincuencia que le puede ocurrir a cualquiera y a golpear políticamente a Cuauhtémoc Cárdenas, entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, al paso de los días surgió más información que derivó en especulaciones y teorías que hoy continúan bajo sospecha.

Lo que siguió al deceso del conductor de Pácatelas Ándale fue una de las investigaciones policiales más polémicas en la historia del país, cuyas averiguaciones fueron seguidas por millones de mexicanos.

Horas después del homicidio, la entonces Procuraduría General de Justicia del DF dio a conocer el retrato hablado de uno de los presuntos implicados en el crimen. Por su parte, Samuel del Villar, entonces procurador capitalino, descartó la posibilidad de un robo o secuestro como móviles del asesinato y señaló las dos principales líneas de investigación: la venganza o un ajuste de cuentas.

Una de las hipótesis más extendidas es la supuesta relación de Paco con el narcotráfico, pues además de la cocaína encontrada en su ropa tras su muerte y de la irritación de sus fosas nasales el día de su muerte, se dijo que el comunicador tenía una gran deuda con el líder de un cártel, por lo que su asesinato fue una venganza, sin embargo las autoridades no lo confirmaron fehacientemente.

El 27 de agosto de 1999, un boletín de la PGJDF comunicó la estrecha relación de Stanley con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes El señor de los cielos, se dijo que su convivencia era frecuente y que Stanley llegó a visitar al capo en su casa y viceversa.

Y es que en noviembre de 1998, Paco se mostró notablemente asustado al aire y comentó que había sido asaltado y despojado de algunas pertenencias, se supo después que en realidad fue la primera amenaza de muerte que recibió, pues el delincuente que le asaltó le informó que había sido enviado para asesinarlo por parte de Luis Ignacio Amezcua, líder del Cártel de Colima, tras ello el conductor tramitó un permiso que le permitió la portación de un arma que le fue otorgado por la SEGOB el 11 de mayo de 1999, dicho permiso fue encontrado en el suelo de la camioneta tras su asesinato.

Un rumor asegura que Stanley sabía que su vida corría peligro, y muchos dijeron que durante la última emisión del programa que condujo en TV Azteca -horas antes de su muerte- se le vio desencajado, nervioso y sudando en extremo; probablemente el famoso conocía que estaban por ejecutarlo.

Otra hipótesis surgida durante la investigación es su presunto involucramiento en un proyecto de lavado de dinero con el crimen organizado. Según La Prensa del 10 de junio de 1999, la PGR compartió tener información que aseguraba que Paquito era prestanombres de un cártel y había participado en el establecimiento de una fábrica de artículos de fonografía con capital obtenido del crimen. La resolución de esta línea de investigación, suscrita en la averiguación 24/2736/99-06 no fue abordada públicamente.

En septiembre de 1999, Mario Bezares -quien fue señalado por presuntamente haber “vendido” a su amigo al narco, como venganza por el acoso sexual de Stanley a su esposa-, Paola Durante -edecán de sus programas-, Erasmo Pérez Garnica, alias El cholo, José Luis Rosendo Martínez y Jorge García fueron encarcelados como presuntos sospechosos del asesinato, como autores intelectuales y materiales.

Casi año y medio después, el 25 de enero de 2001, quedaron en libertad al no hallarse elementos suficientes para confirmar su responsabilidad en los hechos, según declaró el Tribunal Superior de Justicia del DF (TSJDF).

Además El cholo, cuyo físico coincidía con las descripciones de testigos y el retrato hablado, declaró que fue forzado y torturado por elementos de la PGJDF para declarar su falsa culpabilidad, esto aunado a que el informante que afirmó haberlo oído recibir la orden de matar a Paco, se retractó.

Aunado a ello, la Administración para el Control de Drogas (DEA) aseguró que Stanley pertenecía al cártel de Juárez. Se le señaló como presunto distribuidor de droga en el mundo del espectáculo, vinculado a los hermanos Muñoz Talavera, capos del cártel de Juárez. Esta versión alude a que Pacorro fue acribillado por los Arellano Félix, enemigos del cártel de Juárez, para controlar el entonces Distrito Federal. Este delicado caso fue retomado años después en la serie El señor de los cielos.

Después se señaló a Luis Alberto Salazar Vega El bolas, integrante del cártel de los Arellano Félix, quien habría actuado encomendado para hacerse del territorio del D.F. Por años El bolas fue señalado como el principal sospechoso del asesinato hasta que en abril de 2011 el ejército anunció su captura en Tijuana; aunque el cargo fue atribuido al sujeto, su participación no pudo ser comprobada.

Pese a todo, quien fuera uno de sus amigos más cercanos, Benito Castro, aseguró en 2021, en entrevista con El escorpión dorado que Paco Stanley no vendía droga, aunque sí la consumía, porque con la cantidad de dinero que ganaba en la televisión “no tenía necesidad”.