Redacción
El grupo mexicano Panteón Rococó, uno de los iconos del ska y el rock en el país, mantiene el espíritu contestatario que le hizo iniciar una carrera que está cerca de cumplir tres décadas, aupada, entre otras causas, por el movimiento indígena de los zapatistas.
“Las revoluciones siempre han estado acompañadas de música, y por supuesto que la música tiene una labor de concienciar, a parte de divertir. Siempre hemos sido así desde los inicios, nacimos de la conyuntura del levantamiento Zapatista de 1994”, expuso en entrevista con EFE Leonel Rosales “Monel”, guitarrista de la banda.
Tan es así, continuó el trombonista Paco Barajas, que incluso algunos de sus temas se han convertido en la banda sonora de las manifestaciones en México.
“Gente universitaria, de la preparatoria (nivel medio superior) o de primaria (nivel básico) siguen tomando nuestras canciones como un acompañamiento de sus luchas. En cada marcha que vas cantan canciones de Panteón Rococó”, celebró.
Aunque han experimentado con diferentes géneros musicales, Rosales consideró que la raíz de Panteón Rococó, el ska, sigue representando una postura rebelde frente al sistema.
“Por supuesto que el ska mantiene esa raíz contestataria, esa parte que va contra lo establecido. Siempre hemos tratado de estar muy despiertos a todo lo que hay alrededor”, ahondó el guitarrista.
“Y cuando empezamos a tener más consciencia de todo lo que pasa, lo vertimos en nuestra lírica”, agregó.
No rechazan cantar al amor y al desamor, pero siempre tratan de ser incisivos en sus reclamos sociales.
“Podemos escribir de la chica que nos partió el corazón, pero cuando las cosas van mal hay que poner el dedo en la llaga”, subrayó Rosales.
Aunando el enfoque social y su dilatada carrera, sus canciones, vistas a contraluz, son un testimonio de las últimas décadas de la historia de México.
“Los dos primeros discos de la banda tiene mucho contenido social, cómo nos sentíamos como integrantes de esta sociedad. Estábamos en la preparatoria y hacíamos crónica de cómo lo vivíamos”, recordó el bajista Darío Espinosa.
UN CONCIERTO AUTOGESTIONADO
El próximo hito de la banda, que celebró tres conciertos en el Foro Sol en diciembre de 2021 convocando a unas 180.00 personas, tiene fecha, lugar y formato: 28 de octubre, el Parque Bicentenario de Ciudad de México y es un concierto autogestionado.
“La parte de (gestionar) la promoción (del evento) nos mantiene con los pies en la tierra, la experiencia de estar preocupado por si la gente va a llegar, cuánto cuestan los boletos, que los baños estén funcionando bien”, valoró el tecladista Felipe Bustamante.
Este formato, con el que están habituados desde sus inicios, les exige un extra de responsabilidad, consideró, pues el éxito o el fracaso se deberá íntegramente a la marca Panteón Rococó.
Entre algunas de las revoluciones que plantean con la libertad que les otorga trabajar ajenos a las grandes empresas, destacan la ausencia de preventa y los reducidos precios de las entradas.
“No lo habíamos hecho en años y es bastante refrescante, estresante también. Pero será un evento en el que se respete al público, en el que vamos a tratar de dar lo mejor de lo mejor, en un lugar natural y rodeado de árboles”, incidió Barajas.
“NO ESTAMOS ARMANDO UNA GUERRA”
Pese a parecer que, en la línea de grandes grupos de rock como The Cure o Pearl Jam, los mexicanos se han plantado frente a la forma de operar de empresas como Ticketmaster, constantemente envuelta en polémicas, aclararon que no seguirán autogestionando sus conciertos lo que les resta de carrera.
“No estamos armando una guerra contra nadie, sabemos que hay males necesarios. Creo que de pronto declarar guerras a las empresas es algo más mediático, ¿por qué no lo hacen y ven cómo funciona?”, cuestionó el trombonista.
Al contrario, los integrantes de la banda aseguraron que seguirán trabajando con las promotoras y “tiqueteras”, de las que destacaron su poder para traer a grandes artistas a lugares, como México, en los que otrora era mucho más complicado.
“Estamos viviendo una sana competencia y eso es lo que intentamos demostrar. Tenemos muy buena relación con todo el mundo, pero nos estamos dando la oportunidad de ver cómo funciona y ver si es lo mejor para nuestro público”, zanjó Barajas
