Derivado de la caída en la actividad económica de 2019 y 2020 y el fuerte daño estructural a largo plazo que provocó, el PIB per cápita del país al cierre de 2021 se desplomó a niveles de 2015, lo que redundó, a su vez, en una caída en el Progreso Social de las familias mexicanas, reveló la organización “Observatorio Económico México ¿Cómo Vamos”.

“Cuando volteamos a ver el PB per cápita podemos ver que el pico lo encontramos en 2018 y entre 2018 y 2021, en 32 de las 32 entidades federativas tuvieron una pérdida en el PIB pér capita, eso implica que ahorita estamos en un nivel de 2015, con una afectación justamente al gasto del bolsillo que las familias pueden hacer para subsanar aquellos huecos que puede haber en los servicios públicos”, Sofía Ramírez Aguilar, directora general de la institución.

Así, al presentar el estudio “Índice de Progreso Social 2015-2021”, la especialista expuso que entre 2018 y 2021, 30 entidades federativas del país “perdieron bienestar” , pues tan sólo en 2019, un total de 16 estados retrocedieron en materia de progreso social y al año siguiente, 24 estados cayeron, tendencia que se mantuvo en 2021, en donde 24 entidades federativas bajaron en materia de bienestar.

“En 2019 recordemos que la economía se contrajo poquito (-0.1 por ciento), pero en 2020 la caída fue brutal (-8.2 por ciento); sin embargo, desde 2019 empezamos a registrar caídas en el progreso social; me parece importante destacar que, aunque a economía rebotó en 2021 de manera insuficiente y parcial, el progreso social sigue cayendo y eso porque la afectación es de mediano y largo plazo”, dijo la especialista en el marco de la presentación del estudio.

El Índice de Progreso Social (IPS) es una medición del desempeño social en los estados del país y es independiente de factores que miden ingreso o gasto. El Índice se calcula a partir de un rango de indicadores sociales y ambientales que capturan tres dimensiones del progreso social: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades. Aunque esta medida es independiente de indicadores monetizables –como ingreso, gasto público o actividad económica–, el IPS no busca reemplazarlos sino complementarlos. Su propósito principal es evaluar aquellas preguntas que realmente importan en la vida de las personas: ¿tengo un hogar que me brinde protección? ¿Tengo suficiente para comer? ¿Tengo acceso a educación?

En ese sentido, Sofía Ramírez explicó que más allá de factores macroeconómicos, la caída que mostró el país en materia de bienestar se puede explicar por otros motivos, como es la fallida depuración de programas públicos.

“Respecto a qué pasó entre 2018 y 2019, si nada más cayó un poquito la economía y me están diciendo que el progreso social nada tiene que ver con el ingreso y el gasto, pues hay otras tipo de medidas que pueden ser políticas, como pueden ser por el cambio de gobierno, por ejemplo, no retomar padrones de programas sociales, rehacer los padrones y demás que pueden dejar a personas fuera del registro; entonces entre 2019 y 2020 podemos ver golpeó muchísimo el rubro de nutrición“, expuso.

La pandemia tiene impactos de mediano y largo plazo; salud, educación, mayores desigualdades”, apuntó.