Por Francisco Romero

En virtud de que considera que “no es buena la relación entre México y España”, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció a favor de “pausar” la relación entre los dos países, con el objetivo de los españoles aprendan, dijo, a respetar a México.

“En el caso de las empresas españolas, sí, ahora no es buena la relación y a mí me gustaría que hasta nos tardaríamos en que se normalizara, para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España, hacer una pausa en las relaciones porque era un contubernio arriba, una promiscuidad económica, política, en la cúpula de los gobiernos de México y de España, pero como tres sexenios seguidos”, afirmó el mandatario en el marco de su conferencia de prensa de este miércoles.

España es el segundo país proveedor de inversión extranjera en México con 76 mil millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2021, lo que representa el 12 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED), registrada en territorio mexicano.

“La pausa es -agregó-, vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista, o sea si queremos tener buenas relaciones con todo el mundo, pero no queremos que nos roben”.

En ese sentido, López Obrador pidió a Octavio Romero Oropeza, titular de Petróleos Mexicanos (PEMEX), explicar como Repsol vendió el 51% de las acciones de unos astilleros en Vigo, España, para la construcción de barcos, sin embargo, los recursos no fueron suficientes y a fin de mover inversión, el gobierno mexicano encargó la construcción de embarcaciones que al final ya no fueron útiles para la empresa productiva del Estado.

“Se encargaron, se construyeron, cuando se terminaron de construir, resultó que Pemex no los necesitaba, se les habían encargado nada más para darles el negocio, para darles viabilidad a los astilleros y entonces se decide que había que venderlos porque no se requerían”, explicó romero Oropeza.

“Lo curioso del asunto es que cada uno de estos barcos que habían costado cada uno de ellos alrededor de 80 millones de euros, pues cuando se ofrecieron en el mercado nadie quería pagar arriba de la mitad de lo que le habían costado a Pemex”, abundó.

El mandatario federal indicó que en sexenios pasados a Repsol o Iberdrola no les interesaba la producción de gas o energía sino la asignación de contratos ya que Pemex paga a precios muy elevados.

Cuestionado sobre si su planteamiento de pausar las relaciones con España se darían de manera formal, es decir, retirando a embajadores, el presidente de la República atemperó y dijo que no elevaría a ese nivel su planteamiento, pero marcaría distancia con el poder económico y político español hasta que mejoren las relaciones.

“No no no no para nada, nada más es irnos despacio, ya lo dije, una pausa, nos conviene, nos conviene una pausa un tiempo”, apuntó.