Ante la volatilidad global de los precios de los alimentos e insumos, el gobierno federal, se pronunció por la apertura de los mercados agroalimentarios y la práctica de un comercio justo e incluyente, para la seguridad alimentaria mundial
Al participar como invitado especial en el lanzamiento del Reporte: “El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2022”, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, enfatizó que el nexo entre comercio, seguridad alimentaria y la paz, es cada vez más evidente.
Es necesario trabajar en equipo por un sistema de comercio multilateral abierto, transparente y con reglas claras, para agilizar la provisión de alimentos e insumos, en un contexto mundial complejo, detalló el funcionario.
Preocupa mayores regulaciones al comercio
Villalobos Arámbula dijo que preocupa el surgimiento de mayores regulaciones en el comercio internacional, los mayores requisitos por parte de muchos países y empresas y medidas proteccionistas, porque propiciarán un alza en el costo de los alimentos y pérdida de mercados.
El funcionario mexicano convocó a la FAO a continuar y redoblar esfuerzos para promover diálogos y consensos sobre estos temas y, en caso necesario, implemente programas de apoyo a los países que más lo necesiten para poder responder a estas demandas.
Con la presencia del director general de la FAO, Qu Dongyu, y el economista en jefe del organismo internacional, Máximo Torero, el secretario Villalobos Arámbula aseguró que este reporte sobre el comercio mundial de alimentos llega en un momento sin parangón en la historia reciente de la humanidad.
Las condiciones climáticas adversas, la pandemia y el conflicto bélico en Europa del Este han puesto de manifiesto la fragilidad de depender de un número reducido de proveedores y commodities para la alimentación, expresó el titular de Agricultura.
Víctor Villalobos sostuvo además que la complejidad del momento actual obliga a detonar una transformación sustentable de los sistemas alimentarios y fortalecer los sistemas locales y territoriales en el comercio, para asegurar el bienestar de las poblaciones y la conservación de los recursos naturales en los territorios rurales.