El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, reveló que su propuesta al gobierno de México para apoyar e incentivar a la industria automotriz mexicana, incluye apoyos fiscales al consumo de vehículos hechos en México, dar marcha atrás al decreto de regularización de autos ilegales procedentes de Estados Unidos, sin descuidar la creciente exportación de unidades que ya tiene la industria en el país.

Dijo que de no llevarse a cabo un plan integral para incrementar el consumo interno de los vehículos que se fabrican en México a la par de continuar promoviendo el lugar del país como nación exportadora de unidades automotoras, se corre el riesgo de que el mercado se reduzca a la mitad.

Durante la presentación del libro La Industria Automotriz en México. Historia de la producción, distribución y exportación de vehículos” en 80 años de historia de la AMDA, el dirigente advirtió la urgencia de tener incentivos para el consumo de los vehículos Hechos en México, toda vez que un porcentaje importante de las ventas internas es para vehículos importados.

Recordó que el año pasado se fabricaron en el país casi cuatro millones de vehículos ligeros “y nuestro mercado interno fue sólo de un millón y medio”.

Ante la coyuntura de cambio de paradigmas en el comercio internacional y la relación de México con  Estados Unidos, “mucho se habla de volcarnos hacia el mercado interno”, lo cual dijo que sin embargo debe de hacerse de una manera “inteligente” y abrir la discusión para encontrar las mejores vías para seguir teniendo lo mejor de lo que ya se ha desarrollado.

Es decir, no hay que perder de vista el rol que ha alcanzado México como potencia manufacturera exportadora, pero sin descuidar el bono demográfico que se ofrece en el mercado interno “con muchas necesidades no satisfechas” y que no se han aprovechado lo suficiente.

Y sin retornar a un mercado cerrado, propuso políticas y reglas internas para una mayor participación en el mercado nacional.

Refirió que el Plan México y los anuncios de la presidenta Claudia Sheinbaum apuestan por incrementar la manufactura de vehículos para el consumo interno.

“Es una medida necesaria (…) ante la disminución de exportaciones de Estados Unidos y una orientación clara de que a la par de tener la capacidad de producir vehículos adecuados para los mexicanos y generar políticas públicas de que se incentive lo hecho en México”.

Por eso llamó a revisar la fiscalidad del mercado automotor mexicano, pues la hacienda pública ha visto en la industria automotriz una caja de recaudación, sin generar el estímulo a la producción y el desarrollo.

Refirió que desde 2008 se encuentra vigente la deducción en la compra de vehículos topada a 175 mil pesos y cuando menos hoy en día deberían de estar en 450 mil pesos.

El ticket promedio de la venta de vehículos en México ronda los 540 mil pesos. Esto genera sinergia favorable para renovar la flota de vehículos y genera un estímulo para las personas físicas con actividad empresarial.

Esto se acompaña con diferenciación para los vehículos Hechos en México en donde la deducción debería de ser inmediata.

“Asimismo, necesitamos tener una decisión clara de qué es lo que queremos para México. Queremos un parque vehicular seguro, que garantice la eficiencia, la competitividad o queremos democratizar el acceso a la contaminación e inseguridad”, dijo cuando se refirió a la legalización de los llamados autos chocolate que se lleva a cabo en varios estados de la República desde el sexenio pasado.

La propuesta de la industria a este plan, dijo, incluye la eliminación de ese decreto que hoy en día permite la regularización de millones de unidades. “(…) un  mercado que ha llegado a límites insospechados, pues se han regularizado ocho vehículos chatarra por cada 10 nuevos vendidos”.