El reputado actor mexicano fue seminarista en su juventud por invitación de un sacerdote, sin embargo decidió abandonar la fe por perseguir su sueño de convertirse en actor

Redacción

Ignacio López Tarso es uno de los actores más longevos del ambiente artístico mexicano, y a través de los años se ha consolidado como una de las figuras más respetadas del cine nacional.

El actor cuenta con una prolífica carrera desde que se convirtió en un ícono del cine de oreo con la cinta Macario, la que obtuvo numerosos galardones. Pero López Tarso, aunque siempre tuvo el deseo de estudiar actuación, antes ingresó a un seminario con miras de convertirse en sacerdote.

Ya de muy niño el veterano actor quedó impresionado con el mundo de la actuación, el cine y el teatro, sin embargo fue en su juventud cuando se unió a un seminario para continuar con sus estudios, esto debido a que su familia no podía costearle el traslado a un internado.

“Cuando busqué seguir mis estudios, mi padre no tenía la suficiente libertad económica como para mandarme a un internado ni siquiera a Toluca”, contó Ignacio López Tarso en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante para su programa El minuto que cambió mi destino.

Fue entonces que el sacerdote del pueblo, amigo del padre de Ignacio López Tarso, convenció a la familia para que el hoy actor ingresara al seminario para seguir estudiando.

“Dijo: ‘Que vaya al seminario, yo le abro la puerta del seminario, ahí hay magníficos maestros. Va a estudiar mucho, hacen mucho deporte’, en un pueblo en Temascalcingo, en el Estado de México y me fui. Fueron días maravillosos en el seminario”, recordó el intérprete en el programa de Imagen Televisión.

El respetado actor recordó que estuvo cuatro años cursando el seminario, sin embargo, admitió que no tuvo la vocación para convertirse en sacerdote, por lo que decidió abandonar el lugar.

“Ahí estudié latín, estudié griego, humanidades, filosofía (…) Entonces, ya dije no, ya no porque yo no tenía vocación para ser sacerdote. Yo nunca pensé ser sacerdote. Un día el padre, el rector me dijo: ‘Mira, tú estás ocupando un sitio que la iglesia necesita a un joven que esté realmente interesado en ser sacerdote y tú no lo serás nunca’”, recordó.

Por otro lado, a finales de marzo de 2022, López Tarso arremetió contra quienes han encabezado la administración de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) en los últimos años. En medio del disgusto, el actor recordó que durante su gestión en el organismo logró varios beneficios, especialmente ligados a la infraestructura porque en ese entonces la Ciudad de México estaba tratando de levantarse después del terremoto de 1985.

El intérprete de clásicos del cine como El gallo de oro, El hombre de papel, Pedro Páramo, entre muchas más, sostuvo un encuentro con los medios luego de emitir su voto como parte de dicha asociación. Al igual que otros actores miembros, dejó entrever su inconformidad y se solidarizó en la búsqueda de trasparencia.

Hay que corregir muchas cosas, hay que trabajar mucho. Mi hijo tendrá que, estos próximos cuatro años, dedicarse en cuerpo y alma para sacar a la ANDA del hoyo donde la han llevado los últimos comités ejecutivos”, declaró.

Bajo este contexto, el protagonista de La vida inútil de Pito Pérez recordó que en 1985 tomó el control de la Asociación Nacional de Actores y su gestión se caracterizó por reconstruir las instalaciones que se vieron dañadas tras el sismo que sacudió al entonces Distrito Federal dejando una huella imborrable en el corazón de México.

Yo dejé una ANDA próspera, yo dejé una ANDA con el teatro recién reconstruido, con los cimientos de los edificios. Yo recibí la ANDA en 1985, inmediatamente después del gran terremoto, de modo que lo primero que tuve que hacer fue regimentar los edificios de la ANDA y luego tirar casi el teatro Jorge Negrete que estaba ya viejísimo”, contó.