Al organismo le preocupan África austral, América Central y el Caribe y partes de Asia debido a que varios países de estas regiones registran inseguridad alimentaria aguda
Ante la llegada inminente del fenómeno climático de El Niño que se caracteriza por condiciones atmosféricas secas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), examina las zonas del planeta, especialmente vulnerables a sequías, y prepara acciones preventivas para mitigar sus riesgos, frente al número sin precedentes de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda.
La FAO, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial vigilan la situación junto con otros asociados para determinar los países que correrán mayor riesgo por las previsibles sequías.
No obstante, consideran que Australia, el Brasil y Sudáfrica, destacados productores y exportadores de cereales, se encuentran entre los países que corren riesgo de condiciones secas, al igual que muchos países de África central y occidental, Asia sudoriental y el Caribe.
El riesgo inverso de precipitaciones excesivas acecha a exportadores como la Argentina, Türkiye y los Estados Unidos de América, así como a los países de Asia central, agrega.
Almacenes de semillas comunitarios
Según un nuevo informe del Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura de la División de Mercados y Comercio y la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO, preocupan especialmente África austral, América Central y el Caribe y partes de Asia en la medida en que varios países de estas regiones registran ya niveles altos de inseguridad alimentaria aguda, e importantes campañas agrícolas están sujetas a las pautas de condiciones atmosféricas más secas características de El Niño.
En zonas septentrionales de América del Sur también existe el riesgo de posible sequedad, mientras que Australia normalmente registra una disminución de las precipitaciones, agrega.
Se han elaborado procedimientos operativos estándar para agilizar intervenciones oportunas, como establecer almacenes de semillas comunitarios, determinar reservas alimentarias estratégicas y fortalecer campañas de vigilancia de la salud animal, detalla la FAO en un comunicado.
“Las alertas tempranas implican la necesidad de emprender acciones tempranas y preventivas, y vamos a apoyar a nuestros Miembros al respecto en la medida en que lo permitan los recursos”, afirma Rein Paulsen, jefe de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO.
Actuarán de forma temprana
Por ejemplo, la FAO ha elaborado protocolos de acción preventiva ante la sequía en Burkina Faso, el Chad, el Níger, el sur de Madagascar, Malawi, Zimbabwe, Filipinas, el Pakistán y América Central, y está dispuesta a actuar de forma temprana en coordinación con los gobiernos y los asociados en caso de que los pronósticos se materialicen.
Los episodios de El Niño suelen producirse cada dos a siete años; en el intervalo prevalecen los episodios de La Niña y las condiciones neutras. El Niño, catalizado por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, repercute decisivamente en la temperatura y el régimen de lluvias de muchas partes del mundo, donde da lugar a fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones y tormentas, añade.
Aunque los episodios y repercusiones de El Niño nunca son idénticos, dice, las pautas típicas generales aumentan la previsibilidad de las consecuencias regionales.
El enfoque de la FAO ha consistido en cartografiar los cambios de las condiciones de vegetación en las tierras de cultivo de todo el planeta y combinar este análisis con calendarios de cultivos para comprender mejor la posible influencia de los déficits de precipitación en la producción; los efectos del estrés por falta de agua varían a lo largo de todo el ciclo de vida de un cultivo; ello, ayuda a determinar zonas que corren mayor peligro (en las que las condiciones secas repercuten en la totalidad del ciclo del cultivo) y orientar el tipo de intervención que debe emprenderse.