El cierre de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) tendrá impacto en el sector agropecuario, principalmente en los pequeños y medianos productores que dependen del financiamiento, advirtió el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

El organismo de la cúpula agropecuaria detalló que la suspensión de las líneas de crédito de parte de la FND ha obligado a los pequeños y medianos productores a buscar alternativas menos convenientes para financiar su actividad productiva primaria o de transformación, pudiendo caer en manos de intermediarios no formales o del coyotaje.

Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA, detalló que el financiamiento es una palanca de desarrollo que permite modernizar a nuestro campo, el acceso a nuevas tecnologías para para hacer eficientes los procesos productivos y con ello lograr un campo más incluyente, más productivo y sustentable.

“El financiamiento para la producción agropecuaria es una pieza fundamental para alcanzar los objetivos de autosuficiencia alimentaria, crecimiento y mantener un campo dinámico y aprovechar las oportunidades y atender la creciente demanda de alimentos para nuestra población” destacó Cortina Gallardo.

Sin banca de desarrollo que impulse seguridad alimentaria

La semana pasada el gobierno federal envió una iniciativa a la Cámara de Diputados para desaparecer al banco de desarrollo FND con el argumento de que no apoya a los productores y sus finanzas están deterioradas.

“En sus 21 años de existencia, la FND otorgó créditos a una cantidad reducida de productores forestales, agrícolas y pesqueros, fundamentalmente a través de intermediarios financieros y bajo un diseño que ignoró mecanismos de cobro eficaces”, detalla la iniciativa.

El gobierno federal detalló que Financiera Nacional de Desarrollo incrementó su la morosidad de su cartera vencida hasta 26.2% al cierre de 2022, mientras que en años previos era de 13%. Debido a la falta de recuperación de créditos de años anteriores.

A decir del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) la falta de recuperación de cartera inició con la presente administración que no contaba con el personal suficiente para llevar a cabo las labores de supervisión debido a las políticas de austeridad.

La razón de fondo de desaparecer la FND, agregó, obedecen más al poco margen fiscal que tiene el país para desarrollar los proyectos insignia de la actual administración. Descontando indemnizaciones, castigos de la cartera y otras obligaciones contingentes como el pago al Banco Internacional de Desarrollo (BID) quedará un remanente del patrimonio de la institución que contribuirá a financiar programas que no han mostrado efectividad o rentabilidad social.

El sector agropecuario se queda sin un Banco de Desarrollo que promueva el crédito de avío, refaccionario y financiamiento de inventarios para aumentar la producción y lograr la seguridad alimentaria un compromiso del actual gobierno, que solo se muestra en la narrativa y no en la realidad. Ojalá el Congreso analice y recapacite esta decisión, agregó.

Productores, a mereced de prestamistas

Antes de 2018, la FND llegó a prestar 70 mil millones de pesos y para noviembre de 2022 prestaba solamente 30 mil millones de pesos.

El otorgamiento de crédito de la FND pasó de 79 mil a 66 mil Unidades Económicas Rurales entre 2014 y 2019, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

GCMA comentó que el cierre de la Financiera Nacional de Desarrollo dejará un hueco inmenso ya que la Banca Comercial, las SOFOMS, Cajas Populares y Uniones de Crédito se quedan sin fuente de fondeo para profundizar el crédito en el sector rural.

Además, los productores que contaban con crédito de la FND ahora se pueden encontrar a merced de prestamistas o agiotistas con tasas de interés más caras.

“La salida de la FND del mercado genera menos competencia y llevará a encarecer el costo del dinero para el único sector que ha crecido durante este sexenio que es el sector agropecuario”, indicó.