En México, solamente tres de cada 10 poseen un título de tierra
Redacción
La diputada de Morena, Irma Juan Carlos, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas, presentó una iniciativa para reformar la Ley Agraria, a fin de que las mujeres puedan contar con la titularidad de los derechos de la tierra que trabajan y con ello poner fin a la desigualdad en las comunidades rurales.
La congresista refirió que hace más de tres décadas, el número de propietarias de la tierra apenas era del 1 por ciento. Para 2019, del total de Sujetos de Núcleos Agrarios Certificados y No Certificados, solamente el 26 por ciento eran mujeres.
En el país, solamente tres de cada 10 personas propietarias de tierras ejidales o comunales son mujeres, refiere María Elena Espinoza, planificadora territorial y de Sistemas de Información Geográfica de ONU–Habitat México.
“Esta desventaja estructural limita a las mujeres a hacer un ejercicio pleno de sus derechos para tener una vida digna, no pueden acceder a créditos, no tienen autonomía en el uso de la parcela que trabajan y ante problemas de violencia doméstica están condicionadas a relaciones de poder que las hace sentirse más vulnerables al no contar con sus propios activos o bienes inmuebles de resguardo”, apuntó.
Las cifras pueden variar según la ubicación geográfica. En la Ciudad de México, Baja California, Guerrero y Sonora, las mujeres representan en promedio 30% del total de personas propietarias en ejidos y comunidades; mientras que en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, este porcentaje no supera el 20 por ciento.
Siembra con apoyo de todos los integrantes
En un comunicado, señaló que históricamente el trabajo de la tierra ha sido considerado de carácter familiar, ya que se siembra con el apoyo de todos los integrantes; no obstante, no se registra con esta perspectiva en las estadísticas.
Lo anterior, afirmó la diputada, ocasiona que en los procesos de reforma agraria y dotación de tierras la titularidad del predio se otorgue a quien se considera que realiza el trabajo agrícola, en este caso al varón nombrado jefe de familia y únicamente a las mujeres viudas con hijos menores de edad o madres solteras.
Por lo anterior, Irma Juan Carlos destacó la importancia de que la Ley Agraria facilite los mecanismos para que las mujeres indígenas y campesinas que viven en los ejidos y comunidades puedan tener las facilidades para ser las propietarias de las parcelas ejidales.