Si manejas, te propongo esta idea que puede resultar eficaz ante tanto imbécil que conduce mal una motocicleta, un camión, un vehículo o un bicitaxis en cualquier parte de esta caótica ciudad.

Como primera instancia debes entender que cada individuo que actúa como pendejo, lleva en su mente coraje, frustración, enojo, resentimiento y un montón de traumas que no le permiten comportarse de manera correcta en la vida y aún más en las carreteras. De esa manera anda en la calle buscando donde tirar su ira sin importar las consecuencias.

Con tal premisa, es importante entender que con esa cortina de eventualidades negativas dentro de su cabeza, difícilmente el individuo será coherente y empático. No tiene tiempo de dominar sus demonios y en su mente se acumula basura y más basura. Y lo peor es que nunca se da cuenta.

Bajo ese contexto y para que te afecte lo menos posible cuando interactués con alguno de ellos en la calle, en la carretera o incluso en tu comunidad, te propongo lo siguiente:

Cuando salgas de tu casa,  piensa que en tu camino, te encontrarás a díez personas o más con ese perfil para que no te enganches con las estupideces que comete en su diario vivir. Recuérdale a tu mente que esa es la naturaleza primitiva de ellos y tú no eres igual y que aunque existan problemas, tu tienes la capacaidad emocional de controlar tus impulsos.

Así que cuando aparezca el primero, entiéndelo y déjalo pasar. No te enganches persiguiendole o regresándole la mentada porque corres el riesgo de mimetizarte con él y convertirte en un pendejo igual que él.  Recuerda que su vehículo es la extensión de su rabia y frustración.

Piensa en que es un tipo que lleva consigo  todas las broncas existenciales y su mente no tiene tiempo de reflexionar, ni de analizar su forma de ser y de actuar. Son prisioneros de sus propios traumas y es así como se pasa la vida jodiendo a quién se deje.

No reacciones con rabia ni impulso. Dile a tu mente que durante tus recorridos te encontrarás a diez  o más pendejos. Respira hondo y déjalo que se aleje. Simplemente piensa en que el pobre tipo así vive su vida. Bendice su camino y sigue tu rumbo.

Con esa preparación mental, difícilmente te engancharás porque ya le advertiste a tu mente que así sería. Actúa igual  con el segundo, con el tercero, con el cuarto, con el quinto, y con todos los que se te acerquen. Lo importante es que tu entrenamiento emocional aprenda a delegar a los pendejos.

Te aseguro que después de aplicar este método, será complicado que te enfade un automovilista que te vio feo, te mentó la madre, te cerró el paso o no puso sus direccionales, o de un primitivo motociclista que te rebasó por la derecha ronroneando su poderosa máquina de acero para intimidarte.

Lo mismo aplica con otros conductores de cualquier tipo de automotores. Nunca falta un pendejo, te lo aseguro. Este tipo de personajes abundan en nuestro país. Por eso es vital que tu mente lo entienda y tus emociones no te traicionen porque corres el riesgo de convertirte en un pendejo más.

Te invito a que intentes realizar este ejercicio y te des cuenta que puedes vivir en esta ciudad tan caótica entendiendo las razones del actuar primitivo de muchos pendejos.

Dominar las emociones es muy importante para sobrevivir a esta selva de asfalto. Nada pierdes con intentarlo…Incluso este ejercicio emocional puedes ponerlo en práctica en todas las aéreas de tu vida.  Piensa siempre en cada momento que quien domina sus emociones es un ser humano iluminado y fortalecido.

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