El director estadounidense Martin Scorsese y la actriz mexicana nominada al Óscar Marina de Tavira se confiesan enamorados del trabajo fílmico de la directora argentina Celina Murga, y a partir del 4 de abril su más reciente rodaje,‘El aroma del pasto recién cortado’, se proyectará en la Cineteca Nacional de la Ciudad de México.

“Scorsese ha sido tutor de Celina por mucho tiempo, la conoció cuando era muy joven al ganar la beca Rolex -que consiste en que algunos cineastas apadrinan a jóvenes que están empezando-, y Scorsese se enamoró de su trabajo y la auspició desde ese momento”, afirmó este lunes a EFE De Tavira durante una conferencia de prensa de presentación de la cinta en la capital mexicana.

Este largometraje, coprotagonizado por De Tavira y el actor argentino Joaquín Furriel, tuvo un importante recorrido en América y Europa al ser mostrado en diversos festivales, como el de San Sebastián (España) o el de Tribeca de Nueva York, estreno donde recibió el premio a mejor guion y al que asistió Scorsese, su productor ejecutivo.

Fue por la Iniciativa Artística Rolex para Mentores y Discípulos que Murga conoció en 2009 al creador de ‘Goodfellas’ (1999), quien, según la intérprete mexicana, desde ese momento ha apoyado la carrera de la cineasta por un respeto genuino a su trabajo, una afinidad que se sembró en 2007 cuando Scorsese quedó impresionado con su cinta ‘Una semana solos’.

El aroma del pasto recién cortado’ es un filme “lanza preguntas muy sutiles”, destacó De Tavira, especialmente una muy grande: ¿Qué pasa cuando bajo el mismo contexto económico, social y profesional un hombre y una mujer cometen infidelidad a sus parejas?

“La película versa sobre las diferencias de cómo vive una mujer o un hombre, ambos cabezas de familia, la infidelidad, pero es sutil (…) Porque aunque las historias parezcan idénticas hay reacciones que las diferencian”, aseguró la protagonista de Roma (2018), por la que fue nominada al Oscar como mejor actriz de reparto.

En estos dos relatos uno encabezado por De Tavira (Natalia) y el otro por Furriel (Pablo), dos protagonistas que nunca se conocen en la obra, también afloran los conflictos de la cotidianidad de las relaciones largas como la maternidad, la paternidad o la angustia provocada por el desempleo en los tiempos modernos.

Sobre ello, Marina de Tavira reveló que fue esa representación tan fiel de la cotidianidad una de las razones principales para decidirse por este proyecto.

“Me gusta que no sea un gran drama. Los personajes reaccionan, hay dolor, pero hay una cosa de la vida, de lo que son las relaciones en el tiempo. No es solo una cuestión de fidelidad o de qué pasa con las infidelidades, es también de sentirte nuevamente deseado como la primera vez. No es un tema nuevo, hay muchísimo cine, teatro y literatura sobre esto, pero eso no impide que lo abordemos más”, concluyó.