Redacción

El dedo en gatillo, que también se conoce como «tenosinovitis estenosante», se presenta cuando uno de los dedos de la mano se queda atascado en una posición de flexión.

El malestar suele ser más pronunciada por la mañana, mientras sujetas un objeto con firmeza o cuando estiras el dedo.

Este padecimiento es provocado por una inflamación estrecha en el espacio dentro de la vaina que rodea el tendón del dedo afectado.

Si el caso de dedo en gatillo es grave, el dedo puede quedar trabado en la posición de flexión, de los contrario podrá flexionarse o estirarse con un chasquido.

Síntomas
Los síntomas del dedo en gatillo son varios y pueden progresar de leves a graves. Entre estos destacan la rigidez en el dedo, especialmente por la mañana.

También se puede presentar una sensación de chasquido o crujido cuando mueves el dedo, sensibilidad o un bulto en la palma de la mano o en la base del dedo afectado.

Otro de los síntomas es cuando el dedo se queda atascado o trabado en la posición de flexión y se estira con un chasquido de manera repentina o se traba y no puedes volver a estirarlo.

El dedo en gatillo puede afectar cualquier dedo, hasta el pulgar, e incluso es probable que se tenga más de un dedo afectado al mismo tiempo y que ambas manos se vean lastimadas.

Causas
Los tendones son cuerdas fibrosas que unen los músculos a los huesos. Cada tendón está rodeado por una vaina protectora.

El dedo en gatillo se produce cuando la vaina tendinosa del dedo afectado se irrita y se inflama, lo que interfiere en el movimiento deslizante normal del tendón a través de la vaina.

La irritación prolongada de la vaina tendinosa puede producir cicatrices, engrosamiento y formación de protuberancias en el tendón que dificultan aún más su movimiento.

Existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de tener dedo de gatillo, el principal de ellos es tener un agarre reiterado, es decir, la ocupaciones y los pasatiempos que implican el uso repetitivo de las manos.

Las personas que tienen diabetes o artritis reumatoide tienen un mayor riesgo de padecer dedo en gatillo.

También puede ser una complicación asociada con la cirugía para tratar el síndrome del túnel carpiano, especialmente, durante los primeros seis meses posteriores a la cirugía.

Tratamiento
Existen distintos tratamientos para eliminar el dedo en gatillo, los cuales varían de acuerdo a la gravedad y duración del padecimiento.

En los casos menos graves se puede tratar únicamente con antiinflamatorios como el ibuprofeno o el naproxeno, medicamentos que pueden aliviar el dolor, aunque es probable que no quiten la hinchazón que causa el padecimiento.

En ocasiones lo mejor es descansar hasta que mejoren los síntomas y evitar las actividades físicas relacionadas con la sujeción reiterada. Si esto no se puede, entonces, se sugiere usar guantes acolchados.

Otro de los tratamientos es el uso de una férula por las noches, para mantener el dedo afectado en una posición extendida.

También existen ejercicios suaves que ayudan a mantener la movilidad en el dedo ante un caso de este padecimiento.

Si se trata de un caso grave de dedo en gatillo y los tratamientos anteriores no ayudaron, hay otros tratamientos un tanto invasivos.

El primero es una inyección de un medicamento esteroide en la vaina tendinosa, o cerca de esta, lo cual puede reducir la inflamación y permitir que el tendón vuelva a deslizarse libremente.

Este es el tratamiento suele ser eficaz durante un año o más, lo que significa que en ocasiones se necesita más de una inyección.

La liberación percutánea es un procedimiento en el que se inserta una aguja gruesa en el tejido alrededor del tendón afectado, lo que ayuda a separar la compresión que impide el movimiento fluido del tendón.

El último tratamiento es una cirugía, en la cual se hace una pequeña incisión cerca de la base del dedo afectado y se abre la sección comprimida de la vaina tendinosa con un corte.