Redacción
La ocupación de las colonias de mariposas Monarca en México durante el invierno de 2023-2024 ha disminuido a 0.9 hectáreas, un aproximado de 59% de las visitantes distribuidas en nueve colonias entre Michoacán y el Estado de México, marcando así uno de los niveles más bajos desde que comenzó el monitoreo en 1993. Este fenómeno ha sido documentado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Organización Mundial de la Naturaleza (WWF), quienes han expresado preocupación por la notable reducción en la presencia de este icónico insecto.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Conanp, junto con colaboradores internacionales como Ryan Drum del U.S. Fish and Wildlife Service y Gregory Mitchell del Environment and Climate Change Canada, han unido esfuerzos para combatir las amenazas que enfrenta la mariposa Monarca, tal como el cambio climático y el uso de herbicidas como el glifosato. Se han implementado varias estrategias para preservar los hábitats naturales de estos polinizadores, incluyendo la disminución gradual de ciertos químicos nocivos y el fortalecimiento de prácticas de conservación en Áreas Naturales Protegidas (ANP).
El programa de vigilancia y conservación abarca actividades como el monitoreo biológico, la atención a incendios y plagas, y la certificación de un manejo forestal sustentable. La Conanp también ha trabajado de cerca con las comunidades locales a través de programas de apoyo como PROCODES y PROREST, fomentando la atención turística sostenible con iniciativas como el sello colectivo mariposa Monarca.
La reducción en la superficie ocupada por las mariposas se atribuye también a las variaciones climáticas en las zonas de reproducción situadas en Canadá y Estados Unidos, que han resultado en temperaturas elevadas y sequías, disminuyendo la disponibilidad de algodoncillos o asclepias, esenciales para la reproducción de la mariposa Monarca. Esta situación ha llevado a la alteración de las localizaciones tradicionales de hibernación, poniendo de manifiesto la necesidad de ampliar las medidas de conservación y restauración más allá de las reservas establecidas.
Con la colaboración de entidades gubernamentales, la sociedad civil, y el sector privado, se busca elaborar una estrategia integral para la protección a largo plazo de estas mariposas y sus hábitats, una iniciativa que es crucial no solo para la conservación de la especie, sino también para el mantenimiento de la biodiversidad forestal y la seguridad hídrica en la región.
La migración de la mariposa monarca es un fenómeno natural extraordinario y uno de los más espectaculares del reino animal. Estas mariposas, conocidas científicamente como Danaus plexippus, realizan un viaje de ida y vuelta cada año desde Norteamérica hasta el centro de México, cubriendo distancias de hasta 4,000 kilómetros.
La mariposa monarca es la única especie de mariposa conocida por realizar una migración tan larga y precisa. Las generaciones que emprenden este viaje no son las mismas; es decir, las mariposas que regresan a los sitios de hibernación en México nunca han estado allí antes. Utilizan señales ambientales y un tipo de navegación solar para orientarse y encontrar su camino a través de continentes.
La migración comienza en agosto y septiembre cuando las mariposas dejan sus áreas de reproducción en Canadá y Estados Unidos para dirigirse al sur hacia México. Buscan refugio en los bosques de oyamel en los estados de Michoacán y Estado de México, donde las condiciones climáticas son ideales para sobrevivir el invierno. Durante su estancia, las mariposas se agrupan en los árboles, creando espectáculos visuales impresionantes.
A finales de marzo y principios de abril, las mismas mariposas que hibernaron en México inician el viaje de regreso hacia el norte. Durante este retorno, se reproducen y mueren, y sus descendientes continúan el viaje, deteniéndose en distintos lugares para reproducirse a lo largo del verano. Este ciclo migratorio incluye hasta cuatro generaciones de mariposas.
La migración de la mariposa monarca enfrenta numerosos desafíos, incluida la pérdida de hábitat tanto en sus áreas de reproducción como en sus sitios de hibernación, debido a la agricultura, el desarrollo urbano y el cambio climático. Otros factores como el uso de pesticidas y herbicidas, y las condiciones climáticas extremas también amenazan su supervivencia.
Por su importancia ecológica y belleza, la migración de la mariposa monarca ha capturado la atención de científicos y aficionados por igual, impulsando esfuerzos de conservación transfronterizos para proteger este fenómeno único. La colaboración entre países y comunidades es fundamental para garantizar que las futuras generaciones puedan seguir maravillándose con este increíble viaje.