El secretario Víctor Villalobos Arámbula firmó un convenio de concertación con el Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sostenible en el que participarán activamente las principales agroindustrias del país

En aras de impulsar la reducción en el consumo de agua y cultivos más resilientes a sequías y plagas y que utilicen menos fertilizantes e insumos en general, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la iniciativa privada fomentarán el uso de tecnologías y mejores prácticas sostenibles.

Así lo informó el secretario Víctor Villalobos Arámbula al presidir la firma de un convenio de concertación con el Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sostenible (Cespedes), que contó con la participación de representantes de las principales agroindustrias del país.

Con el trabajo de ambas instancias incentivaremos la agricultura regenerativa, con un enfoque sistémico y de cuenca, a través de la restauración de los suelos degradados y el manejo y aprovechamiento sostenible del suelo y del agua, así como de los polinizadores, entre muchos otros, que claramente inciden en un manejo de la agricultura mucho más sustentable, detalló.

Asimismo, indicó, se fortalecerá la tecnificación de riego y el uso eficiente del agua y se promoverá la medición de la huella hídrica que este gobierno ha venido implementando, esquema que representa un cambio en la concepción en el incremento de la productividad, toda vez que el tradicional se sustenta en la producción de toneladas por hectárea y el nuevo considera como prioritario la cantidad de agua que se necesita para producir esa tonelada.

Buscan disminuir los desperdicios de alimentos

Promoveremos, además, dijo, la capacitación de los pequeños agricultores, para la aplicación de prácticas alternativas de manejo de los sistemas de cultivo, y en estrategias para disminuir los desperdicios de alimentos en el país, afirmó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Villalobos Arámbula subrayó que de manera coordinada también se trabajará en la lucha contra el cambio climático, a través de acciones que reduzcan las emisiones, que midan la huella de carbono y que incrementen la resiliencia del sector agroalimentario.

Buscamos que con este tipo de alianzas nuestro país redoble esfuerzos para consolidar una agricultura sustentable, que favorezca la seguridad alimentaria, de manera armónica con la protección de los recursos naturales y la integración de la biodiversidad, con el desarrollo de sus productores, de sus familias y de todas sus comunidades, apuntó.

Las alianzas público-privadas representan un punto clave para impulsar la productividad, la generación de empleos, la entrada de divisas y mantener la dinámica económica y productiva del país, expresó.

Mejores prácticas agrícolas

Estas sinergias juegan también un papel determinante para acercar la innovación y las mejores prácticas agrícolas a los productores, con el objetivo de hacer frente a los impactos del cambio climático, agregó.

El coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos, confió en que el convenio brindará herramientas eficientes a todos los eslabones de la cadena productiva para mitigar los efectos del cambio climático y contar con una agricultura más resiliente y adaptada a este fenómeno global.

Recalcó que la Secretaría de Agricultura reafirma su compromiso para trabajar en conjunto con la intención de avanzar hacia la seguridad alimentaria, con soberanía y de manera armónica, con la protección de los recursos naturales, la integración de la biodiversidad y el desarrollo de los agricultores y de sus comunidades con responsabilidad social.

El director del Cespedes, José Ramón Ardavín, recordó que esta iniciativa surgió en el marco del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA), organizados por la Secretaría de Agricultura y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y abrió el diálogo para sumarse a los trabajos en la materia.

Producir con menos agua

Recordó que entre las funciones del Centro de Estudios está el análisis de los procesos industriales agroalimentarios, estudios del impacto del cambio climático, seguimiento a las cadenas productivas y manejo sostenible del recurso agua y agrobiodiversidad, así como la producción de más con menos agua, uso de suelo y mejorar nutrición.

Por ello, añadió, el tema de seguridad alimentaria es sustancial, puesto que no se puede subsistir sin agua ni comida y, en ese escenario, el manejo responsable del líquido vital recae en el gobierno y en toda la cadena de valor.

Entre las firmas participantes destacan: Grupo Alpura, BASF, Bayer, Bimbo, Modelo, Heineken, Lala, Pepsico, Syngenta y Walmart, quienes trabajan para hacer frente a esta problemática e incluso las industrias cerveceras y refresqueras son de las más responsables del mundo, afirmó.

El director ejecutivo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Jorge Alberto Juraidini Rumilla, enfatizó la relevancia de la participación de los representantes de la agroindustria para formalizar el convenio.

Este trabajo constituye una colaboración sustancial en favor del campo, bajo una dinámica de diálogo permanente y proactivo, sobre todo cuando la producción agrícola enfrenta el reto de una severa sequía, que merma la producción de alimentos y afecta a los consumidores, a través de la inflación, comentó.