A pesar de que la inflación general se mantiene a la baja, el costo de las vacaciones en este verano será, al menos, 15 por ciento más caro que hace un año.

De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), dijo que los precios de los productos y servicios turísticos han mostrado un alza importante, como el caso del hospedaje el cual aumentó 8.42 por ciento, los restaurantes (9.81); transporte terrestre (6.21); peaje (10.81); y gasolina (entre 1.39 a 2.17 por ciento).

En este sentido, el presidente de la organización, Cuauhtémoc Ribera, consideró que salir de vacaciones en este periodo vacacional podría representar un duro golpe para la economía familiar, más cuando la opción sea a través de financiamiento o tarjetas de crédito.

“En estas vacaciones de verano, buscando evitar el hastío, combatir la rutina y el estrés citadino, muchas familias se tirarán a lo hondo, endeudándose a fin de lograr vacacionar sin tomar en cuenta las dificultades que tendrán para pagar esa deuda; la sociedad en general sigue cargando con las secuelas de una salud socioemocional trastocada por el confinamiento de la pandemia y requieren de momentos de esparcimiento”, dijo.

“Por ello, se registrará una importante movilidad en este periodo de descanso sobre la base de un endeudamiento mayor, producto del fastidio y la fatiga que ha provocado el esfuerzo por la recuperación económica luego de lo que nos dejó el COVID”, concluyó Rivera.

Las zonas turísticas más socorridas en este verano son la Riviera Maya, la Riviera Nayarita, las Bajas Californias, Guerrero, Oaxaca y Acapulco, que aun con sus altos niveles de inseguridad que atraviesa sigue siendo el destino más popular de los capitalinos y los turistas del centro del país por ser una playa económica y asequible a los distintos bolsillos de los paseantes.

El empresario agregó que el 45 por ciento de los turistas lo hará sólo por un fin de semana, un 41 por ciento por una semana completa, 12 por ciento por más de una semana y un dos por ciento lo hará pasado el periodo vacacional, buscando encontrar tarifas más bajas.

“Un viaje de cuatro a cinco días con hotel de tres estrellas y transporte aéreo de bajo costo podía obtenerse en 2022 por siete mil 500 pesos por persona; ese mismo viaje, ahora en 2023, tiene un costo de ocho mil 500 pesos, presentando un incremento de 13.3 por ciento”, dijo por medio de un reporte,

Agregó que las familias que no logren vacacionar por insolvencia económica, la opción de entretenimiento local tampoco se aprecia como una buena opción, pues también se han encarecido de manera importante los espectáculos, circos, teatros, parques temáticos, museos, entre otras actividades los cuales presentan un aumento de precio considerable.

“Por ejemplo, ir al cine tiene un costo promedio de 250 pesos por persona, incluyendo las palomitas y el refresco. Una familia de cinco personas, en esta salida, podría gastar hasta mil 200 pesos; ir a un balneario se ha complicado aún más; el boleto de admisión, el traslado y los alimentos y bebidas hacen de esta actividad una que se ha encarecido hasta un 30 por ciento”, agregó.