El embajador de México en Perú, Pablo Monroy se presentó hoy en la conferencia Mañanera en donde el Presidente Andrés Manuel López Obrador le hizo un reconocimiento a su labor en el país andino y le dijo que es un honor que lo hayan nombrado “persona non grata” en Perú por haber cumplido su labor diplomática.

Desde el estado de Tabasco, en donde se llevó a cabo la conferencia matutina presidencial, el embajador expulsado de Perú ante la crisis política en ese país, resumió su actividad diplomática durante los días que permaneció en el país andino durante el conflicto y calculó que ya fueron sacados de esa nación el 90 por ciento de los 500 mexicanos que los solicitaron.

Dijo que antes de salir expulsado del ese país se cumplieron tres objetivos principales. El primero fue velar por la seguridad y el bienestar de todos los mexicanos en Perú, luego de los acontecimientos de los eventos políticos en el país, a partir del 7 de diciembre.

Ese mismo día todo el equipo de la embajada estuvo pendiente de la comunidad mexicana en Perú y habilitaron un registro para tener conocimiento de cuántas personas mexicanas estaban en el país. “Llegamos a tener a más de 500 mexicanos registrados y más de la mitad se encontraban en la zona de Cusco, por ser uno de los principales destinos turísticos”.

“Entramos en contacto con todas las personas registradas y las asistimos en función de sus necesidades. Analizamos y respondimos. Finalmente el viernes hace una semana se abrió el aeropuerto de Cusco y pudimos llegar para brindar protección, entregar apoyos a  quienes ya no tenían recursos y necesitaban alimento, médico, y a quienes habían perdido sus vuelos los ayudamos a regresar”.

Al día de hoy más del 90 por ciento de estas personas han podido regresar a México o están en Lima próximos a regresar, aseguró Pablo Monroy.

El segundo objetivo de la embajada tras los sucesos del 7 de diciembre fue honrar la larga tradición de asilo político para los extranjeros a México (…)Así lo hicimos”.

Recordó que el presidente Castillo solicitó asilo, había disposición de México, pero fue capturado antes de llegar a la embajada, pero sí se pudo resguardar y dar protección a su familia.

La esposa e hijos del ex presidente Pedro Castillo, ingresaron a la residencia oficial de México el jueves 8 de diciembre y pudieron salir el 20 de diciembre pasado.

El tercer objetivo, informó,  era mantenernos atentos a la situación política en el Perú, mantener los canales de diálogo abiertos, de modo que se tuviera información fidedigna, confiable sobre el desarrollo de la situación política, lo que se transmitía a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

“Yo estoy convencido de que estos tres objetivos los hicimos sabiendo que somos servidores públicos y nos debemos a nuestros conciudadanos, brindamos protección a personas en situación de riesgo y sobre todo sabiendo en una situación como la de Perú y si México considera como sagrado el principio de presunción de inocencia”, señaló.

Finalmente, dijo que confían en que en que en Perú se respeten y se observen todas las normas de derechos humanos y conforme a la situación peruana, que la actuación de las autoridades se ajuste a ello, particularmente en el caso del ex presidente Pedro Castillo.

Al tomar la palabra, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció la labor de Pablo Monroy  y dijo que “es un timbre de orgullo el representar a México en una situación de conflicto y poner en alto el principio del derecho de asilo el que se proteja a quienes son perseguidos, a quienes corren peligro, que se les protejan sus derechos humanos”.

 Esto, dijo,  ha caracterizado la política exterior en México.”Esa es una tradición que data de muchos años”.

“Nuestro reconocimiento al embajador Pablo Monroy” y reiteró que la familia de  Pedro Castillo van a contar con todo el apoyo de México y ya están a salvo en la Ciudad de México. “Es un timbre de orgullo que se le declare a nuestro embajador persona non grata por estar cumpliendo la misión de salvar vidas y de hacer valer nuestra política exterior. Lo mejor de nuestra política exterior es el derecho de asilo (…) Es su homenaje esta visita a nuestro estado”, concluyó.

Pablo Monroy llegó la noche de este jueves a la Ciudad de México, luego de que el gobierno de Perú lo declaró “persona non grata” y haberle dado 72 horas para salir del país, por considerar la intromisión de México en su política interna.