16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación

Las tecnologías nucleares ofrecen soluciones competitivas y, en muchos casos, extraordinarias, para combatir el hambre y la malnutrición, mejorar la sostenibilidad medioambiental y garantizar la inocuidad de los alimentos, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Detalló que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabajan en asociación a fin de ayudar a los Estados Miembros a utilizar esas tecnologías adecuadamente y en condiciones de seguridad.

Ambos organismos, agregó, han ampliado sus conocimientos y potenciando la capacidad en este ámbito durante más de 50 años y, recientemente, han reforzado esta asociación creando el Centro Conjunto FAO/OIEA (Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura).

En el marco del -Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre, fue proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, en 1979- la Sader detalló que las áreas en las que la FAO y el OIEA están mejorando la agricultura y la seguridad alimentaria son:

1. Sanidad animal

2. Mejora de la gestión del suelo y el agua

3. La gestión de plagas de insectos

4. Inocuidad y control de los alimentos

5. Fitomejoramiento y fitogenética

Inocuidad en alimentos, aspecto crítico

Las tecnologías innovadoras elaboradas y aplicadas a través del Centro Conjunto FAO/OIEA están conllevando una nutrición, una producción, un medio ambiente y una vida mejores. En este sentido dijo que las tecnologías nucleares tienen muchas probabilidades de ayudarnos a hacer frente a los desafíos mundiales presentes y futuros.

¿Cómo garantizan las ciencias nucleares que los alimentos sean seguros para el consumo?

La inocuidad de los alimentos -explicó- es un aspecto crítico de la salud pública y la seguridad alimentaria mundial. Dado que los consumidores no siempre pueden ver, saborear u oler la amenaza de los alimentos contaminados, por ello, los laboratorios de seguridad alimentaria respaldados por la ciencia nuclear sirven como línea de defensa para detectar y prevenir los peligros alimentarios.

Y cuando se trata de especias, semillas, frutas y verduras que viajan desde orígenes lejanos hasta el supermercado local, una pequeña dosis de radiación ayuda a que los productos alimenticios se mantengan seguros y frescos sin propagar enfermedades ni plagas invasoras, dijo.

Irradiación de alimentos

Es el proceso mediante el cual un producto o mercancía se expone a la radiación ionizante con el fin de mejorar su inocuidad y mantener su calidad. Durante el proceso de irradiación se transfiere energía de una fuente de radiación ionizante al producto tratado.

Existen tres técnicas de irradiación diferentes para procesos industriales: con haz de electrones, con rayos X y con rayos gamma. Los rayos gamma son similares a los rayos X, pero se producen en el núcleo de algún radioisótopo, ya sea de cobalto 60 o cesio 137.

El proceso de irradiación que utiliza el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) mediante RAYOS GAMMA funciona de manera continua. Los productos se transportan alrededor de la fuente de rayos gamma dentro de una cámara blindada hasta que se complete el proceso previamente programado. Los rayos gamma son fotones y pueden penetrar en las cajas de todo producto alimenticio.

Explicó que el objetivo del Día mundial de la alimentación es dar a conocer los problemas relacionados con el hambre, así como sensibilizar a todos los pueblos del mundo para fortalecer la solidaridad, contra la desnutrición y contra los problemas asociados.

Durante esta celebración se invita a todos los países, y especialmente a los países desarrollados, a que trabajen y proporcionen los recursos necesarios para erradicar el hambre en el mundo.

El 16 de octubre de 1945, 42 países se reunieron en Quebec, Canadá, para crear la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su objetivo era liberar a la humanidad del hambre y la malnutrición, y gestionar de forma eficaz el sistema alimentario mundial.