Redacción

El fenómeno del nearshoring, o la relocalización de empresas en México, está alcanzando niveles históricos y representa una oportunidad única para que el país avance hacia el estatus de nación de primer mundo, una posibilidad que podría no repetirse.

Así lo señaló Sergio Pérez, executive managing director de Newmark, cuyo presidente en México y director regional para América Latina es Giovanni D’Agostino, al participar en el panel titulado “Retos, Mitos y Oportunidades en el Nearshoring”, dentro del 25º Foro de Tributación Internacional, celebrado en Acapulco, Guerrero, y organizado por el Colegio de Contadores Públicos de México.

Agregó que el fenómeno del nearshoring durará al menos la próxima década, ya que la disputa comercial en curso entre China y Estados Unidos, en lugar de resolverse, se intensificará, sin signos de un acuerdo inminente. Además, las condiciones geopolíticas derivadas del conflicto armado entre Rusia y Ucrania favorecen aún más la relocalización de empresas, ya que la cadena de suministro europea se ve seriamente afectada por la falta de componentes automotrices provenientes de Europa del Este y la dependencia energética de Rusia.

Esto está limitando significativamente la manufactura en Alemania, estimulando la búsqueda de alternativas en otros países. Sumado a esto, la crisis de los contenedores a nivel mundial ha perturbado la cadena de suministro, elevando los costos de transporte de contenedores desde Asia de 3,000 a 12,000 dólares, creando una vulnerabilidad que México puede aprovechar.

“Es muy curioso cómo los astros se alinean a favor de México. El sector inmobiliario está experimentando un auge histórico, con una oportunidad inmensa. Los mexicanos somos a menudo los más escépticos sobre estas oportunidades en foros internacionales; en el exterior nos ven con mucho más futuro y optimismo que nosotros mismos. Sin embargo, junto a estas oportunidades también vienen desafíos, como el energético, que por temas de red eléctrica, avanza a paso lento; la inseguridad pública, que hasta el momento no es un tema que le preocupe a los inversores extranjeros, y la alta demanda de tierra para desarrollar plantas industriales”, apuntó Sergio Pérez.

Destacó que la absorción inmobiliaria en el mercado nacional fue un 142 por ciento superior en 2021 y 220 por ciento en 2022, en comparación con 2020, lo que ha creado una absorción industrial sin precedentes y un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda en México, con tasas de vacancia por debajo del 1.5 por ciento a nivel nacional.

“Esto significa que, de cada metro cuadrado de espacio industrial, sólo 1.5 metros cuadrados están disponibles, lo que está muy por debajo del estándar saludable del 10 al 12 por ciento. Las empresas que deseen establecerse en México tendrán que considerar la construcción de instalaciones a medida, lo cual es un tema complejo debido a limitaciones técnicas y de recursos por parte de los desarrolladores, a pesar de que muchos de ellos son institucionales”, señaló Pérez.

En el panel “Retos, Mitos y Oportunidades en el Nearshoring”, también participaron Rafael Villanueva, Accountant Compliance director en Cummins; Miguel Ángel Falcón Medina, Senior Tax Manager en Hershey México; Luis Carbajo, Socio en Baker McKenzie México, coordinados por Eliud A. Santiago, Socio de Parás Asesores Fiscales, quienes destacaron que, aunque hay mano de obra disponible para atender la relocalización actual de empresas asiáticas en México, existe el riesgo de que surja un cuello de botella si llegan más empresas. Por lo que el primero en aumentar su capacidad será el que se beneficie.

Además, advirtieron sobre la importancia de la propiedad intelectual, que se puede perder al operar en Asia. Dado que se están estableciendo centros de investigación y desarrollo en México, es esencial considerar los aspectos fiscales y la protección de las marcas, especialmente porque muchas de estas son extranjeras. La necesidad de abordar estos temas mientras se integra con las operaciones cotidianas es crucial.