Redacción
Existe una asociación directa entre los requisitos nutricionales relacionados con la edad y la salud metabólica. Una nutrición óptima, según la edad, puede ayudar a mantenerla, mejorando así el período de vida sin enfermedades y la esperanza de vida de un individuo. Se sabe que diferentes intervenciones nutricionales que implican una ingesta variada de calorías y proteínas mejoran la salud y la esperanza de vida de roedores y primates.
Además, estudios recientes también han informado la asociación de macronutrientes dietéticos (proteínas, carbohidratos, grasas) con la salud cardiometabólica y el envejecimiento en ratones. Sin embargo, se desconoce la cantidad de proteínas que se deben ingerir para mantener la salud metabólica. El consumo de alimentos nutritivos puede mejorar la salud metabólica y retrasar el envejecimiento.
Pero, ¿cuáles son las cantidades apropiadas de macronutrientes dietéticos que pueden ayudar a lograr esto? Para responder a esto, este equipo de investigadores de Japón alimentó, con dietas isocalóricas y en cantidades variables de proteína, a ratones machos jóvenes y de mediana edad. Tras analizarlos, se descubrió que eran metabólicamente más saludables cuando se alimentaban con dietas moderadas en proteínas. Estos hallazgos podrían proporcionar información valiosa sobre el desarrollo de intervenciones nutricionales y la mejora de la salud metabólica en las personas.
Este nuevo estudio publicado en GeroScience, logró investigar la cantidad de proteína dietética necesaria para mejorar la salud metabólica en modelos animales, como son los ratones, a medida que se acercan a la vejez. Para esto, se reclutaron machos jóvenes (6 meses) y de mediana edad (16 meses), los cuales fueron alimentados con dietas isocalóricas, con un contenido proteico variable (5 a 45%) durante dos meses.
El equilibrio óptimo de macronutrientes para obtener resultados de salud ideales puede variar a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Estudios anteriores muestran la posibilidad de minimizar la mortalidad específica por edad a lo largo de la vida al cambiar la proporción de proteína dietética a carbohidratos durante el acercamiento a la vejez, en ratones. Sin embargo, la cantidad de proteína que se debe consumir para mantener la salud metabólica mientras se acerca la vejez aún no está clara.
Cómo y qué comer
Asimismo, se observó que el consumo de una dieta baja en proteínas condujo al desarrollo de hígado graso leve, con mayores niveles de lípidos hepáticos en ratones de mediana edad en comparación con ratones jóvenes. Por el contrario, una dieta moderada en proteínas redujo las concentraciones de glucosa en sangre y los niveles de lípidos tanto en el hígado como en el plasma. Estos hallazgos indican que una dieta moderada en proteínas (25% y 35%) mantuvo a los ratones jóvenes y de mediana edad metabólicamente más saludables.
Al examinar el efecto de diferentes dietas proteicas sobre las concentraciones de aminoácidos en plasma en ratones de ambos grupos de edad, se observó que la concentración plasmática de aminoácidos individuales variaba con la edad y el contenido de proteínas en la alimentación. Esto se validó, aún más, mediante el análisis SOM de los aminoácidos plasmáticos.
Además, los perfiles de aminoácidos en plasma revelados mediante el análisis SOM mostraron la correlación entre la ingesta de diferentes proteínas y las cantidades variables de triglicéridos hepáticos y niveles de colesterol.
Los requisitos de proteínas cambian a lo largo de la vida, siendo más altos en los ratones reproductivos más jóvenes, reduciéndose en la mediana edad y aumentando nuevamente en los ratones mayores, a medida que disminuye la eficiencia de las proteínas. El mismo patrón es probable que se observe en humanos. Por lo tanto, se podría suponer que aumentar la ingesta diaria de proteínas en las comidas podría promover la salud metabólica de las personas. Además, el equilibrio ideal de macronutrientes en la dieta en cada etapa de la vida también podría extender la duración de la salud.
El equipo se completó con Takuya Chiba, Akihito Ishigami, Hitoshi Aoki y Shin-Ichiro Takahashi.
- Por Yoshitaka Kondo, profesor asistente en Departamento de Cirugía Gastroenterológica, Facultad de Medicina de la Universidad de Okayama, miembro del departamento de Regulación Molecular del Envejecimiento, Instituto Metropolitano de Gerontología de Tokio, e integrante del Laboratorio de Gerontología Biomédica, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad de Waseda, Saitama, Japón.