Con alzas de hasta 164 por ciento anual en precios de consumo, los mexicanos llegan a la Semana Santa con un auténtico vía crisis económico.

La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), aseguró que los alimentos esenciales reportan un encarecimiento promedio anual de 16 por ciento, en donde destaca el alza de la pieza de bolillo el cual pasó de 1.70 a 4.50 pesos (es decir, 164 por ciento); así como el kilo de pollo que subió de 82 a 200 pesos (142 por ciento); el de jitomate que subió de 16 a 37 pesos (131 por ciento); y el de huevo que pasó de 42 a 90 pesos (114 por ciento).

“El desfile de aumentos es largo y doloroso. Resultaría más sencillo enunciar aquellos productos que no han subido sus precios”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

De esta manera,  el empresario no escatimó en sostener que la economía familiar en estos próximos días estará sometida a una mayor presión, pues aunado a la escalada de precios que registra la economía tendrá que hacer frente a gastos adicionales por ocio, paseo, comida especial (pescado por vigilia); entre otros.

“La Semana santa es tiempo de guardar. Bien podría establecerse un paralelismo del Viacrucis de Cristo en su primera estación o parada cuando fue sentenciado a muerte con la experiencia vivida por el pueblo mexicano en los últimos tres años en cuanto al abasto de víveres; las amas de casa se viven tronando los dedos a la hora de comprar la comida. No nos cansaremos de señalar este hecho mientras ocurra para evitar que se revitalice o se pretenda ocultar debajo de la alfombra. No hay nada más grave para cualquier jefe de familia que no poder llevar el sustento a casa y garantizar los sagrados alimentos a su familia”; comentó el líder de la ANPEC.