El camino de la ciencia para producir la vacuna contra el COVID19, continúa con paso lento y esperanzador, aunque hasta el momento ese avance no es un indicativo de que llegará a corto plazo y mientras eso no suceda, el coronavirus seguirá causando estragos.

Hay 200 grupos en el planeta trabajando a marchas forzadas para conseguir esa anhelada vacuna que ponga fin al paso destructor de un virus que ha cobrado la  vida de casi 700 mil personas en el mundo.

En días recientes y después de la controvertida declaración que hizo el presidente Ruso Vladimir Putin, donde anunciaba que su país registró la primera vacuna contra el COVID-19, los especialistas dudaron de la veracidad de esa información y de inmediato el mundo científico aclaró que hasta hoy, no existe en el planeta, un medicamento eficaz contra el corona virus, dejando todo en una simple expectativa.

Actualmente  existen tres proyectos muy avanzados para desarrollar la ansiada vacuna y aunque ha tenido avances significativos, aún no son  suficientes para cantar victoria. Según estimaciones optimistas, se espera que se encuentre lista a principios del siguiente año.

Tres países llevan la delantera. En China, se prepara la dosis experimental llamada Sinovac Biotech. En el Reino Unido la ChAdOx1nCoV-19, de la Universidad de Oxford y en Estados Unidos la que es desarrollada por la compañía Moderna.

Ya veremos qué país será el primero en alcanzar la cura del COVID19. El tiempo apremia y es urgente que aparezca la vacuna. Los daños son cuantiosos y mientras no exista, la zozobra e incertidumbre privarán en todos los rincones del planeta.

En tanto en el mundo se desarrollan esos proyectos, en nuestro país, se dio a conocer que las empresas Grupo Insud en Argentina y Laboratorios Liomont en México, serán las encargadas de la producción de la vacuna para América Latina, destacando que el organismo que patrocinará el proyecto será la fundación Carlos Slim.

Esa información es una buena noticia.

La producción de la vacuna AZ1222 de México para América Latina abre la esperanza de frenar el feroz crecimiento del virus SARS-CoV-2 en el continente y por supuesto para nuestro país. Sin embargo, el tiempo en que estará lista será hasta el primer trimestre del 2021.

Es decir, faltan mínimo cinco meses para que exista la dosis poderosa que termine con ese terrible virus. Lamentablemente durante ese lapso, las muertes y los contagios seguirán creciendo de manera indiscriminada.

Esa es la mala noticia.

Y es mala porque el gobierno no ha sido eficaz en el control de la pandemia, por más que se empeñe en decir que lo peor ya ha pasado, la triste realidad dice que no es así.

A esa inoperancia del gobierno habrá que sumar la indolencia de una parte de la sociedad irresponsable, terca e insensible que, con su mala conciencia e ignorancia, forman un caldo de cultivo muy peligroso para todos.

Es posible que bajo la lógica de su pensamiento, relajen las medidas sanitarias y vuelvan a una aparente normalidad, sin importarles que en el país mueran afectados por ese virus, alrededor de 650 personas diariamente.

A punto de llegar a los 60 mil muertos, México festeja la creación de una vacuna en cooperación con Argentina. El único problema es el tiempo de espera. Durante ese lapso, morirá mucha gente afectada por el COVID19 porque nadie hace conciencia que la pandemia es real y demasiado peligrosa.

No se puede ser optimista con un escenario tan desolador. Un incontenible virus ha puesto al mundo de cabeza. La ciencia lucha para encontrar el antídoto efectivo para detener a este pequeño enemigo. México se ha incorporado a ese terreno. Su logro será aplaudido y reconocido, pero aún no es tiempo de festejarlo.

Falta mucho camino por recorrer. Mientras llega el momento de estrenar la vacuna, hay un enorme vacío que traerá más contagios y fallecimientos, porque nadie ha aprendido a convivir con un virus tan letal.

Y como ha sido en los últimos meses, habrá gente que minimizará los riesgos, vivirá sin precauciones y seguirá su camino, sin importarle lo que pase en su entorno.

Así, mientras México anuncia la creación de una vacuna contra el COVID19, el optimismo puede verse rebasado por el pesimismo porque el tiempo de espera será mucho y las pérdidas serán terribles.

Sin la cooperación de la sociedad y las autoridades, nada cambiará. Es necesario que redoblemos esfuerzos para aguantar y ejecutar las medidas sanitarias que nos piden las autoridades.

Solo de esa manera controlaremos la pandemia en tanto llega la cura. Es cuestión de disciplina y mucha voluntad. No hay de otra.

Podemos decir entonces que la buena noticia es que en México ya se está trabajando para la producción de la vacuna contra el Covid-19, la mala es que falta mucho para aplicarla, y en ese espacio de tiempo, las muertes y los contagios, seguirán creciendo a un ritmo vertiginoso. Vaya dilema…