En la quincena que la industria automotriz esperaba una mayor recuperación de ventas, los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México declaran nuevamente Semáforo Rojo por contagios de COVID19, dejando fuera de las actividades esenciales a la distribución de vehículos y con ello el cierre obligatorio de 450 agencias de distribución.

Y aunque las diferentes marcas automotrices en el país aprendieron mucho en los meses de abril y mayo pasados sobre la comercialización de automotores vía internet, una vez que reabrieron los pisos de venta inició realmente, aunque lenta, la recuperación.

Antes de la pandemian, en enero de 2020 la industria comercializó en México, 104 mil 832 unidades, en febrero fueron 104 mil 328, en marzo bajó la venta a 87 mil 517 vehículos, en abril el desplome se fue hasta los 34 mil 903 unidades, en mayo inició la recuperación con 42 mil 028 vehículos, par junio fueron 62 mil 837 y en julio vendieron 72 mil 897.

Cómo puede observarse, la reapertura de agencias automotrices y la compra física sigue siendo un factor importante para el consumidor en México, por lo que ahora, con el nuevo confinamiento, acompañado de la desconfianza del consumidor en la estabilidad económica, puede desplomar las ventas, aunque hay que resaltar que esta medida sólo se está aplicando en la Ciudad de México y el Estado de México.

Y aunque en ese sentido son sólo 450 agencias de distribución de vehículos nuevos entre ambas entidades, hablamos de las de mayor venta de vehículos, es decir, que entre ambas entidades representan más del 20 por ciento de la comercialización en los 32 estados de la República.

Se conoce que sólo están en operación los talleres y refacciones, así como la atención a clientes con actividades de carga y pasaje, tales como taxistas, rutas de transporte, agricultores, servicios médicos, etcétera.

En tanto, la pericia de las automotrices para vender sus vehículos en línea se volverá a ver y en espera de que la nueva normalidad digital mantenga a esa planta productiva.