Redacción

El cine es una de las actividades favoritas de los mexicanos. Tanto es así que, alrededor del mundo, México es uno de los mercados top 3 para los grandes estudios hollywoodenses. Sin embargo, los precios de los boletos son cada vez más elevados, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó recientemente estadísticas y números al respecto.

Según el INEGI, el costo de los boletos para entrar al cine se ha encarecido con respecto a los meses previos a la pandemia por COVID-19. Es decir, durante los meses finales de 2019, el precio de las entradas era menor.

Si bien lo anterior es cierto, según el Instituto, existió un aumento de hasta el 50 por ciento aproximado con respecto a los precios del año pre-pandémico. Por ejemplo, si un boleto para entrar a una sala de cine costaba 60 pesos mexicanos, ahora tiene un valor de 90 pesos mexicanos.

Los datos del INEGI hacen a muchos pensar que la pandemia, la crisis sanitaria y el cierre de los cines durante meses, que sucedió en consecuencia, podrían ser un factor determinante en el aumento de precios. Una suerte de incremento con la intención de recuperar a la industria.

La Canacine desmiente al INEGI
Ante la alarmante aseveración del INEGI, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) se pronunció al respecto para negar tales estadísticas. A través de sus redes sociales, informó que no existió tal aumento en las entradas de los cines. Por el contrario, hubo una disminución.

Lo anterior no significa que el precio de los boletos sea menor ahora en comparación con el 2019, sino que la Canacine argumenta que el precio de las entradas debió aumentar más en comparación con la inflación registrada en los años transcurridos y que el aumento de precios en los boletos de cine se mantuvo bajo.

El pasado lunes 6 de octubre, colocó el siguiente comunicado: “Es falso que el promedio del boleto al cine haya subido en un 50% de 2019 a 2023. De hecho, el precio promedio del boleto bajó en términos reales, ya que su incremento fue del 24%, menor a la inflación de estos años que suma 26%”.


Según la Canacine, los boletos para entrar a ver una película en México debieron subir aún más de lo que realmente aumentaron. De esta forma, se deslindan de cualquier supuesto argumento que asegure un incremento del 50 por ciento.

Cabe mencionar que los precios de las entradas varían según la cadena de cines, la ubicación del complejo cinematográfico y también los formatos o tipos de salas. Solo los asistentes asiduos del cine podrán valorar el gasto real y sus comparaciones con respecto a los años anteriores.

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