Por Alejandro Durán
Se enrarece, aún más, el panorama de la economía mexicana, pues el Banco de México (BANXICO), informó que analistas del sector privado profundizaron de 7.27 a 8.16 por ciento su pronóstico de decrecimiento del PÍB en este 2020 (que implicaría la mayor contracción en más de 80 años), y una pérdida de más de casi un millón 100 mil empleos.
Lo anterior, de acuerdo con los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que levantó el banco central en mayo de este año, como resultado principalmente de adversas condiciones externas y factores económicos internos y la política local.
De acuerdo con el reporte, los analistas esperan este año que el Producto Interno Bruto (PIB), caiga 8.16 por ciento a tasa anual, mientras que para 2021 proyectan un ligero rebote de 2.51 en tanto que para 2022 el avance sería de sólo 2.21 por ciento.
De esta manera, en caso de concretarse dichos pronósticos, sumado a la caída de 0.1 por ciento que registró la economía mexicana durante el año pasado, se configuraría un decrecimiento promedio anual de 0.8 por ciento en los primeros cuatro años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que implicaría el peor inicio de sexenio desde que en el país se establecieron que los gobiernos federales tengan una vigencia de seis años (en el gobierno de Lázaro Cárdenas).
En materia de empleo, los pronósticos también han ido a la baja: De acuerdo con los especialistas consultados, en mayo de este año proyectaron la pérdida de un millón 87 mil empleos, cifra mayor a los 693 mil que esperaban un mes antes.
Para el siguiente año, solo esperan la creación de 395 mil nuevos empleos.
Finalmente, los especialistas consideran que, a nivel general, los principales factores se asocian con las condiciones económicas internas (36 por ciento) y las condiciones externas (32 por ciento). A nivel particular, los principales factores son la debilidad del mercado externo y la economía mundial (30 por ciento de las respuestas); la incertidumbre sobre la situación económica interna (17 por ciento de las respuestas); la debilidad en el mercado interno (14); la incertidumbre política interna (11); y la política de gasto público (10 por ciento).