El objetivo es avanzar a las emisiones cero en la cadena de valor agroalimentaria y se promueva la seguridad alimentaria

Dubái, Emiratos Árabes Unidos.- Representantes de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), la firma canadiense Nutrien, uno de los mayores productores de insumos agrícolas del mundo, y la International Emissions Trading Association (IETA, también de Canadá) resaltaron la importancia de avanzar colaborativamente hacia las emisiones cero en la cadena de valor agroalimentaria, de modo que se eleve la sostenibilidad de la producción y se promueva la seguridad alimentaria, durante la COP28.

El presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), Marcelo Torres dijo que es fundamental que los productores estén involucrados en estas charlas que tienen que ver con un camino hacia una manera más sustentable de producir.

“Creemos que la condición más importante para esto es que haya productores involucrados en los procesos de innovación y que las discusiones que se dan sean con base en ciencia y tecnología”, afirmó el presidente de AAPRESID

Comentó que, además buscan “construir un canal confiable del campo al consumidor”, proveyéndole de mayores elementos de juicio para escoger a partir de criterios ambientales.

“Para que a través de sus hábitos de consumo pueda ayudar a escalar estos modelos productivos; y también que el agricultor y el ganadero tenga una motivación adicional, porque puede alcanzar otros mercados, porque tiene otro valor lo que produce en función de la huella ambiental que tiene”, agregó.

La ciencia, base de todas las decisiones

Torres manifestó que en las COP (Conferencias de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático) de los últimos años se nota la presencia cada vez mayor de asociaciones de productores agropecuarios, y que las discusiones sobre agricultura en estas cumbres mundiales “se están tomando un poco más con base científica”.

“Cada vez encontramos más discusiones en las que los agricultores son parte; lentamente vamos empezando a discutir datos y procesos y no tanto ideas”, comentó el presidente de AAPRESID.

La apertura del encuentro fue realizada por Margaret Zeigler, Representante del IICA en Estados Unidos, y la moderación correspondió a Sophie Beecher, directora general de Desarrollo de Políticas Sustentables de Agri-Food Canada (el Ministerio de Alimentación y Agricultura canadiense).

Sobre este tema, el director General del IICA, Manuel Otero, comentó: “Nuestra posición es que la ciencia es la base de todas las decisiones que se deben tomar sobre cómo la agricultura puede aumentar su aporte a la mitigación y la adaptación, pues el sector es parte fundamental de las soluciones ante el cambio climático. Los productores y productoras agropecuarias deben estar en el centro de todas las políticas dirigidas a ese objetivo, pues dan vida a sistemas agropecuarios que no son fallidos, aunque sí perfectibles”.

El reto de trabajar en conjunto

Michelle Nutting, directora de Sostenibilidad Agropecuaria y Ambiental de Nutrien, explicó que en su empresa se enfrentaron al reto de promover las mediciones de carbono entre los diferentes actores de su cadena de producción, para lo cual tuvieron que trabajar de manera colaborativa.

“Uno de los primeros retos fue crear alianzas confiables para juntos avanzar por el camino de medición y reducción de emisiones, y luego contar con una tercera organización que validara nuestras acciones para poder escalarlas. Esto también fue desafiante, porque no hay mucha experiencia agropecuaria de los organismos de validación y verificación que existen, se necesita educación en este campo”, afirmó Nutting.

“(La medición de emisiones) es una decisión que conlleva riesgos, pues no hay un único camino para seguir, se requiere compromiso de productores, proveedores, etc., y cantidades de esfuerzo, aprendizaje, recursos y tiempo”, complementó Katie Sullivan, directora gerenta de IETA.

Marcelo Torres recalcó que el llamado que hacen las organizaciones de productores para que los indicadores de emisiones de carbono tengan base científica también apuntan al incremento de productividad, sin el cual se dificultará la seguridad alimentaria de la población mundial.

“Ese crujir del balance entre oferta y demanda después de la invasión de Rusia a Ucrania nos hizo ver que realmente el balance es muy apretado, que tenemos que cuidar el planeta, pero al mismo tiempo tener niveles de productividad que permitan seguir sosteniendo esta demanda creciente”, dijo.

De acuerdo con este productor argentino, es imprescindible que la agricultura posicione este mensaje en las COP. “La cumbre es justamente el lugar más indicado donde de todas partes del mundo, de todas las actividades humanas, se discute acerca de cómo podemos seguir sosteniendo una demanda creciente, impactando menos en el planeta”, explicó.

“Nuestra posición es que la ciencia es la base de todas las decisiones que se deben tomar sobre cómo la agricultura puede aumentar su aporte a la mitigación y la adaptación, pues el sector es parte fundamental de las soluciones ante el cambio climático. Los productores y productoras agropecuarias deben estar en el centro de todas las políticas dirigidas a ese objetivo, pues dan vida a sistemas agropecuarios que no son fallidos, aunque sí perfectibles”, dijo sobre este tema el director General del IICA, Manuel Otero.