Red de corresponsales
La proyección de Conacyt apunta a que, en un promedio nacional, el punto más alto de la curva de COVID-19 se habría alcanzado el 8 de julio y a partir de ahí habría un descenso lento que concluiría el 1 de junio de 2021, es decir que la epidemia en el país habría tenido una duración de 65 semanas, explicó Mauricio Comas García, investigador de la UASLP.
El científico explicó que San Luis potosí, junto con otras 10 entidades federativas, tendrá un ciclo más prolongado de pandemia, ya que se prevé que la curva terminará de descender alrededor del 10 de febrero.
Según estas previsiones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), San Luis Potosí vivirá el pico más alto de la curva el 9 de agosto cuando se alcanzará un máximo de contagio diarios de COVID-19, a partir de ahí tardará 26 semanas en descender hasta su punto más bajo, por lo que si se toma en cuenta que la epidemia llegó a San Luis en la segunda semana de marzo, habría durado 49 semanas, convirtiéndose en una de las más largas a nivel nacional.
Mauricio Comas García señaló que si todos los potosinos y potosinas usaran cubrebocas al salir a la calle, la epidemia podría terminarse en seis semanas, es decir para finales de agosto, y señaló que sería más efectivo que el gobierno decida multar a quienes no traigan cubrebocas que volver a cerrar todos los negocios no esenciales.
Comas García consideró que “es una mentira” decir que para agosto o septiembre estaría concluyendo la epidemia en entidades como la Ciudad de México o Morelos, dado que este tipo de estimaciones no contemplan los cambios en el comportamiento humano con respecto a que cuando comienzan a bajar el número de casos, las personas relajan las medidas de protección y vuelve a repuntar la curva epidémica; por esto consideró un error que en México se intente predecir cuándo va a terminar la epidemia.
Agregó que “en Singapur podrías predecir el pico, cuándo empezaba, cuándo acababa, porque Singapur no es un país común y corriente, en Singapur el gobierno dice ‘hoy no sales’ y la gente no sale’; en Singapur en cada lugar al que vas tienes que tomar un código QRR y el gobierno sabe exactamente todos y cada uno de tus movimientos al día, por lo que si alguien se infectó en la tienda departamental cuando tú estabas, ellos inmediatamente te hablan y te dicen ‘una persona que estaba a 100 metros de ti se infectó, ven a que te hagamos una prueba’ y de esta forma ellos han podido hacer pruebas certeras”.
El científico aseguró que si todos usáramos cubrebocas y se aplicaran todas las medidas de prevención, la pandemia se podría parar en seis semanas.