* Contrasta con caída en la producción de vehículos y ventas internas estancadas

Por Mónica Delgado

Las expectativas de crecimiento para este año mejoran, muestra de ello es la encuesta del Banco de México: el mercado piensa que el PIB rebotaría 6.1% en 2021 y la estimación se acerca al 6.5%, previsto por el gobierno y al 6.3% del FMI, que compensaría gran parte de la pérdida de 8.3% del año pasado, de acuerdo con Engel Capital.

En un reporte económico, la financiera especializada en arrendamiento y crédito empresarial, calificó como otra buena noticia que la inversión registre una recuperación gradual, toda vez que en mayo creció 0.72% respecto a abril, con lo que su actual nivel se ubica a dos puntos de la prepandemia (febrero de 2020).

La inversión en maquinaria y equipo ya está dos puntos por arriba de la precrisis, en cambio, la de construcción está casi seis puntos por debajo de la prepandemia. La inversión muestra señales de recuperación; sin embargo, aún está casi 16% por debajo del máximo histórico de julio de 2018, justo cuando AMLO ganaba las elecciones.

A lo anterior se suma la entrada de divisas por remesas familiares, que sigue al alza, con un aumento de 25.5% anual y en los últimos doce meses han marcado sucesivamente máximos históricos; tras las caídas de 2012 y 2013, las remesas muestran incrementos por octavo año consecutivo, convirtiéndose este segmento en una de las fuentes de divisas más importantes de la economía, destacó.

De igual forma, los indicadores de confianza empresarial mantienen una tendencia positiva, como en los servicios no financieros. La mayoría ya están por arriba del umbral de los 50 puntos: “Señal de que podemos ver un sentido expansivo de la economía en el futuro próximo”.

No obstante, cuando parecía que la de vehículos era una de las industrias importantes que más rápidamente saldría de la crisis de abril-mayo de 2020 (eso se vio en el tercer trimestre del año pasado), súbitamente entró en una etapa de caídas a lo largo de este año. Y es que en junio se produjeron casi 222 mil vehículos, menor estacionalmente que en junio y con una fuerte contracción de 26.5% anual.

Para Engen Capital, se extienden las dificultades para esta industria, derivado de la escasez de insumos a nivel mundial, ya que todavía no se resuelve el trastocamiento de las cadenas de producción a causa de la crisis del año pasado.

“Se está observando una mezcla perversa en muchas industrias: un repunte de la demanda por la mayor movilidad social; una respuesta tardía de la producción y, en consecuencia, presiones sobre los precios (inflación)”.

Durante el periodo enero-julio, la producción de vehículos creció 20.0% anual, una tasa importante, aunque se compara contra la caída de 33.5% anual de enero-julio de 2020, lo que significa que el rebote de esta industria es bastante más bajo que el previsto o esperado.

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