Redacción

Los esteroides son un tratamiento habitual para las mujeres que tienen probabilidad de dar a luz antes de las 34 semanas de embarazo, ya que estos medicamentos disminuyen las complicaciones respiratorias y otros problemas médicos, así como la muerte, en los bebés prematuros tempranos, según indican los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU. Sin embargo, se conocen sus posibles consecuencias negativas en el largo plazo para la salud cardiovascular.

Ahora los científicos de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, dieron a ratas recién nacidas, que habían nacido prematuramente, esteroides glucocorticoides combinados y terapia con estatinas de modo simultáneo. Los resultados, publicados en Hypertension, mostraron que el tratamiento combinado condujo a la eliminación de los efectos negativos de los esteroides en el sistema cardiovascular mientras se conservaron sus efectos positivos en el sistema respiratorio en desarrollo.

El parto prematuro (antes de las 37 semanas) es una de las mayores causas de muerte en la medicina perinatal actual. Uno de cada diez bebés nace prematuro en países de altos ingresos; esto puede aumentar a casi el 40% en países de bajos y medianos ingresos.

Los bebés prematuros son extremadamente vulnerables porque se pierden una etapa final de desarrollo crucial en la que la hormona cortisol se produce y se libera exponencialmente en la sangre del feto. El cortisol es vital para la maduración de los órganos y sistemas necesarios para mantener vivo al bebé una vez nacido.

Por ejemplo, en los pulmones, el cortisol asegura que se vuelvan más elásticos. Esto permite que los pulmones se expandan para que el bebé pueda respirar por primera vez. Sin cortisol, los pulmones del recién nacido estarían demasiado rígidos, lo que provoca el síndrome de dificultad respiratoria (SDR) y podría ser fatal.

Doble uso, mejor rendimiento
El tratamiento clínico establecido para cualquier embarazo con amenaza de parto prematuro es la terapia con glucocorticoides, administrada a través de la madre antes de que nazca el bebé y/o directamente al bebé después del nacimiento. Estos esteroides sintéticos imitan el efecto del cortisol natural al acelerar el desarrollo de los órganos, incluidos los pulmones, lo que significa que el bebé prematuro tiene muchas más probabilidades de sobrevivir.

El autor principal de la reciente investigación, Dino Giussani, del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, indicó: “los glucocorticoides son un claro salvavidas, pero el problema con los esteroides es que aceleran la maduración de todos los órganos. Para los pulmones del bebé esto es beneficioso, pero para el corazón y el sistema circulatorio puede ser dañino, se asemeja al envejecimiento acelerado”.

Un estudio clínico anterior realizado por el laboratorio de Paul Leeson en la Universidad de Oxford encontró que las personas que habían estado expuestas a la terapia con glucocorticoides cuando eran bebés, a través de sus madres, mostraban medidas de salud cardiovascular típicas de las personas una década mayores.

El investigador de Cambridge Andrew Kane, involucrado en el estudio con ratas, pensó que este envejecimiento acelerado podría deberse a que los esteroides causan estrés oxidativo. Conducen a un desequilibrio de moléculas conocidas como radicales libres, lo que resulta en una reducción del óxido nítrico que es muy beneficioso para el sistema cardiovascular: aumenta el flujo sanguíneo y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Para probar si la falta de óxido nítrico podría ser el origen de los efectos secundarios cardiovasculares negativos asociados con la terapia con glucocorticoides, los investigadores combinaron el tratamiento con esteroides con estatinas, que se usan ampliamente para reducir el colesterol y se sabe que aumentan el óxido nítrico.

Los investigadores administraron el esteroide sintético, dexametasona, combinado con la estatina, pravastatina, a crías de rata. Hubo otros tres grupos: uno que recibió dexametasona sola, otro que recibió sólo pravastatina y un grupo de control que recibió solución salina. Luego se tomaron medidas de la función respiratoria y cardiovascular cuando las ratas habían llegado a lo que se considera su infancia.

Los científicos de Cambridge encontraron que los esteroides producían efectos adversos en el corazón y los vasos sanguíneos, y los índices moleculares asociados con problemas cardiovasculares. Pero si se administraban estatinas al mismo tiempo, las ratas estaban protegidas de estos efectos. Y, fundamentalmente, las estatinas no afectaron ninguno de los aportes beneficiosos de los esteroides en el sistema respiratorio.

“Nuestro descubrimiento sugiere que la terapia combinada de glucocorticoides y estatinas puede ser más segura que los glucocorticoides solos para el tratamiento de bebés prematuros -afirmó Giussani-. No estamos recomendado que dejemos de usar glucocorticoides, ya que claramente son un tratamiento que salva vidas. Estamos diciendo que para mejorar esta terapia, para afinarla, podríamos combinarla con estatinas. Esto nos da lo mejor de ambos mundos: podemos mantener los beneficios de los esteroides en los pulmones en desarrollo, pero eliminar sus efectos secundarios adversos en el corazón y la circulación en desarrollo, lo que hace que la terapia sea mucho más segura para el tratamiento del parto prematuro. “

El equipo planea replicar el experimento en ovejas, que tienen una fisiología similar a la de los humanos, antes de realizar ensayos clínicos en personas.

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