Redacción
La industria refresquera del país afirmó que las declaraciones del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, representan un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos
“La obesidad es un problema multifactorial cuyas causas van más allá de las calorías ingeridas e involucran también falta de actividad física y el entorno social”, afirmó la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC).
A través de un reporte, la Asociación considera inaudito que un funcionario público federal, con la gran responsabilidad de ser el promotor de la salud en México, “estigmatice” a una industria que cumple a cabalidad con todas las normas y regulaciones en México.
“Las aseveraciones del doctor López-Gatell representan un trato inequitativo hacia el sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia de millones de mexicanos; incluso podrían configurar violaciones a derechos constitucionales y tratados internacionales”, afirmó.
En los últimos meses dicho funcionario ha señalado injustamente a la industria refresquera como la causa de la epidemia de obesidad y sobrepeso que aqueja a nuestro país. Sus declaraciones buscan posicionar al sector como un enemigo de la población y encontrar un culpable por el alto riesgo al que ésta está expuesta ante la pandemia por COVID19.
López-Gatell calificó a los refrescos como “veneno embotellado”.
“Un calificativo como el que utilizó el subsecretario López-Gatell evidencia una animadversión personal contra la industria, basada en prejuicios e información imprecisa, y representa un peligroso sesgo ideológico que pone en riesgo a sectores productivos estratégicos que resultan vulnerados en su credibilidad”, afirmó la ANPRAC.
El organismo agregó que, de acuerdo con información de la FAO, el consumo promedio diario de calorías de un adulto en México es de tres mil 260 y las bebidas azucaradas representan sólo el 5.8 por ciento de la ingesta calórica diaria, mientras que 70.2 por ciento de las calorías consumidas provienen de alimentos no envasados que han pasado por un mínimo o nulo procesamiento y por lo tanto, no son sujetos de ninguna norma regulatoria.